Lleva 3 años viviendo en una casa prefabricada y no tarda en enumerar problemas: “Aquí nada está cerrado”
Una joven influencer nos enseña su casa a través de un pequeño house tour haciendo hincapié especialmente en los defectos.

Esther es una joven española que lleva 3 años viviendo en una casa prefabricada de 28 metros cuadrados. Decide abrirnos las puertas de su casa para enseñarnos cómo vive y en qué estado se encuentra su vivienda, aunque ella ya aclara que no está en su mejor momento “la pobre ya tiene heridas y marcas de guerra porque en 3 años ya se ha deteriorado bastante”.
Nada más empezar el house tour, se puede ver que es un todo en uno. La habitación, el comedor, el salón y la cocina se encuentran todos en una misma sala, es todo abierto. Lo único que podemos ver que se encuentra separado, es el baño, que tiene hasta puerta propia “es lo único que quisimos cerrar por obvias razones”.
@esther.reeds House tour de mi casita de chapa 🤣😅 #housetour #casamodular #casaprefabricada
♬ sonido original - Esther Reeds
Según explica la joven, la casa tiene varios inconvenientes. Por un lado, se queja de que el dormitorio no tiene todo el espacio que a ella le gustaría, incluso llega a calificar el área de este como incómoda. Por otro lado, su zona de trabajo la describe como bastante chiquitita; ahí tiene una silla tapada con una manta para ocultar los arañazos que su gato ha hecho en ella. También señala que el espacio que se encuentra entre el sofá y la televisión es bastante pequeño, donde duerme su otro gato Ravioli.
Parece ser que la cocina y el baño son los únicos espacios amplios de la casa. Ella misma aclara que sin esos dos espacios se hubiese hartado de la casa mucho antes “tener esta cocina nos ha permitido sentirnos mucho mejor”. Aunque siempre termina recalcando que igualmente se les han quedado pequeños.
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Para continuar con el tour, tiene que salir del módulo principal para poder enseñarnos la última sala, el escritorio de su pareja. Decidieron sacarlo de la casa para colocarlo en una caseta de chapas adaptada para ser una oficina. Esther confiesa que este espacio le encanta “está chulísima, es super grande y está super bien”. Pero como era de esperar, termina la frase con alguna pega hacia el rincón “cuando está lloviendo o en plena noche, no hace tanta gracia tener la oficina aquí”. Termina hablando sobre los contrastes de temperatura que se generan ahí dentro, mucho frío en invierno y mucho calor en verano; pero para eso cuenta con dos imprescindibles para ella, un aire acondicionado y una estufa.
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