Llega la cesta de Navidad de Inditex y dos trabajadores alucinan con su contenido: “Esto tiene un valor de 200 €”

Si hay una época en el año para promulgar la fraternidad y perder la vergüenza a regalar es la Navidad. Un cúmulo de tradiciones, algunas verdaderamente antiguas y otras tan contemporáneas como el automóvil, se arremolinan en apenas unas semanas que hacen de bisagra entre un calendario y el siguiente. Más allá de la casa de cada uno, la sintomatología se contagia a otros ambientes quizá menos hogareños; entre ellos, el mundo laboral con la archiconocida cesta de Navidad.

Durante la época festiva muchos levantan la cabeza para mirar de manera discreta qué productos tiene —o, directamente, si posee una— la cesta de aquel que conoce; lo mismo ocurre con las empresas. En los últimos días se ha tornado viral un vídeo de Narella Izquierdo Corrassi, una tiktoker que trabaja en Pull&Bear y que ha querido mostrar el contenido de la bolsa navideña de Inditex; en apenas una semana cosecha más de un millón de reproducciones.

Una cesta abundante y una opinión polémica

La creadora de contenido, que figura en la publicación junto a un compañero de trabajo, se dispone a practicar la apertura. La primera tanda de productos que brotan ante la cámara son una una galleta de jengibre para adornar el árbol de Navidad, un chorizo de bellota ibérico y salchichón y una caja de polvorones. “Hay que decir que esto tiene un valor de 200 euros”, dice, haciendo un pequeño inciso.

Aunque seguía extrayendo cosas, no parecía del todo satisfecha. Tras mostrar un vino rioja, bocaditos dulces y pimientos del piquillo, se atrevió a asegurar, a medio camino entre la broma y la sinceridad, que la mitad de la cesta podría regalársela a sus padres. Después, sardinas, queso, moscovitas y chocolate de Costiña; agradece Narella que este último producto, que es, además, muy prestigioso, venga cerrado porque “siempre se me ponen malos”.

Una vez hubo descubierto las peladillas y extraído la botella de vino blanco, encontró el diamante. Turrón de jijona, su favorito. Luego, una “bebida espumosa” que no identificaba pero que probaría para salir de dudas. La cesta, que comenzaba a antojarse interminable, terminó con una lata grande blanca que confundieron con helado y resultó ser pollo, con una botella de aceite de oliva, un turrón de yema, vermut y champán. “No me gusta ni la mitad”, dijo ella.

En la caja de comentarios resonó el estruendo. “Agradecidos tendrían que estar, que en muchas empresas no dan nada”, decía una usuaria, a lo que otro resumía con dos palabras: “Grande Amancio”. El comentario de una persona, que matizaba el bonito y abundante detalle de Inditex, aclarando que muchos empleados en otras empresas querrían tener esa cesta, despertó el espíritu navideño de Narella: “Totalmente, la verdad es que estamos muy agradecidos”.

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