Jesús Soriano (Soy Camarero), influencer gastronómico: “Para mí, todo el equipo debe tener propinas. Ser camarero está mal visto”
El creador de contenido famoso por publicar ofertas de trabajo con sueldos ilegales ha compartido varias reflexiones en ‘Soy Fomo Pódcast’.
El primer trabajo de muchas personas jóvenes hoy en día es ser camarero. La hostelería aparece como recurso sencillo para encontrar una fuente de ingreso económico, aunque a cambio requiera echarle muchas horas y aguantar largas jornadas de trabajo a sueldos de dudosa legalidad.
El influencer Jesús Soriano, conocido en las redes sociales como ‘Soy Camarero’, se encarga de denunciar públicamente ofertas de trabajo fraudulentas donde empresarios intentan aprovecharse de los servicios de los empleados. Precisamente sobre esto y otros detalles de la profesión ha hablado en el pódcast ‘Soy Fomo’.
@soy.fomo.podcast En este episodio charlamos con Jesús Soriano, más conocido como Soy Camarero, una de las voces más influyentes y necesarias de la hostelería en España. Camarero de profesión y comunicador por vocación, Jesús se ha convertido en un altavoz para miles de trabajadores del sector, visibilizando realidades que durante años han permanecido en silencio. Durante la conversación repasamos sus inicios detrás de la barra, su experiencia real en sala y cómo, a partir de vivir en primera persona las condiciones laborales de la hostelería, decidió crear Soy Camarero: un proyecto que nació en redes sociales y que hoy es un movimiento con impacto nacional, capaz de generar debate, conciencia y cambios reales. Hablamos de precariedad laboral, de horarios interminables, de sueldos injustos, pero también de vocación, de amor por el oficio y de la necesidad urgente de dignificar la profesión. Jesús comparte cómo gestiona la exposición pública, las críticas, la presión y la responsabilidad de representar a tantos compañeros que se ven reflejados en su mensaje. La charla va más allá de la denuncia. Reflexionamos sobre el futuro de la hostelería, el papel de empresarios y trabajadores, la formación, el respeto mutuo y la importancia de construir un sector más humano, sostenible y justo para todos.
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“Ser camarero está mal visto, porque siempre se dice que el cliente tiene la razón”, lamenta. Una frase con la que manifiesta no estar en absoluto de acuerdo y a cuyo portavoz manifiesta estaría encantado de conocer. “Mucha gente abre bares pensando que es lo más fácil del mundo, pero no lo es”, advierte.
A lo largo de dieciocho años de carrera en la hostelería, un tiempo del que se muestra especialmente orgulloso, Soriano se ha encontrado con todo tipo de situaciones. “He visto muchas inspecciones de Sanidad, pero de Trabajo ninguna”, rememora. También, por desgracia, ha tenido que trabajar gratis “porque abre puertas”, pero ya ha aprendido la lección. “A mí déjame las puertas y págame”.
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A su juicio, todos los trabajadores de bares y restaurantes son compañeros y deberían ser tratados por igual. Esto significa que las propinas, habitualmente para los camareros, deberían repartirse entre todos. “Para mí todo el equipo tiene que tener propinas menos el jefe”, reflexiona. Es el agasajo de los clientes por un servicio en el que no solo incluye el trabajo en mesa, sino también todo lo que hay detrás. Aunque muchas veces no sepan valorarlo, pues también se ha encontrado con “clientes gilipo****” que ponen una mala reseña “por no invitarles a un chupito después de comer de maravilla”.
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