Ha encontrado su auténtica vocación en probar y evaluar los baños públicos de España: no se deja nada

Cuando la mina viral de las redes sociales parece que no puede mostrar otra piedra preciosa, aparece un nuevo nivel en el subsuelo. Las tendencias son inciertas y, de cuando en cuando, aparecen perfiles que sorprenden al usuario con propuestas tan surrealistas como atractivas al consumidor —especialmente por lo inusual del contenido—. Podría extraerse un ejemplo a la semana, si no al día, pero ha habido uno que, en las últimas horas ha paralizado TikTok en España por encima de los demás: el fenómeno Ali Blackbet.

Esta creadora de contenido, que acumula casi 60.000 seguidores en la citada red social, se ha viralizado por publicar vídeos en los que visita baños públicos, los reseña y, finalmente, los evalúa. Una de sus últimas publicaciones acumula más de un millón de ‘likes’ y, en sí misma, materializa su consolidación como tendencia viral. “Día 2290 cagando en lugares públicos. Hoy te vengo a enseñar el mejor baño público de Madrid centro por si te entra la llamada de la madre naturaleza”, inicia la tiktoker.

Todo lujo de detalle

En este vídeo reseña un baño público en un “edificio a dos minutos de Callao”. “Nada más entrar nos encontramos este pasillo que parece lo que tu médico ve cuando te hace una colonoscopia, lo cual ya es un claro indicador de ahí ‘SÍ ES’”, empieza, empleando un tono cercano con sus seguidores que, en parte, explica que su ascenso haya sido tan fulgurante. “Cuando entres al salón actúa como si esas tierras fueran tuyas y al final del pasillo gira a la derecha. Aquí se encuentra nuestro objetivo: tres baños individuales a la izquierda y uno para personas de movilidad reducida a la derecha”, prosigue, definiendo este último como “la representación más fiel que tengo yo sobre el cielo cristiano en mi cabeza... pero bueno, este día dije voy a testear uno individual y ya otro día caerá este”.

Entonces cruza un “pasillo exterior en el que hay un espejo en el que cabe el árbol genealógico completo de Ana y los siete, lo cual viene genial para comprobar el estado de tu outfit después de declarar zona catastrófica el baño del que sales como si nada hubiera pasado”. Sobre la puerta que separa el baño del pasillo afirma que “es muy rígida y aislante del exterior, lo cual es un punto a favor de la solidaridad con el entorno”.

Podría pensarse que las reseñas son baladí, pero nada más lejos de la realidad: las realiza a todo lujo de detalle. “El papel es de alta calidad, con doble estampado, pero demasiado grueso para mi gusto. Para acolchonar la taza la verdad es que es un 10, pero claro, al ser tan grueso lo más probable es que atasque”, dice del rollo de papel. Por su parte, del váter asegura que “la inclinación de la taza respecto al nivel del mar es perfecta para un cuerpo humano, permite ponerse de puntillas para disfrutar de una deposición cómoda y completamente saludable para nuestro conducto”.

Tras usarlo se desespera “porque mi baño favorito del mundo había atascado y encima no había escobilla para poder hacerle la maniobra de RCP para váteres”, pero el inodoro termina “resolviendo y desatascando solo”. La tiktoker también presta atención a las labores de limpieza: “Hay jabón, agua potable, papel ‘secable’ y espejo ‘espejable’”. Después de, quizá, la descripción más detallada que ha visto una red social sobre un baño público, procede a evaluarlo: “Le doy 9′8 escobillas sobre 10″.

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