Virales
Entra en la ferretería para intentar darle una lección a la dueña y el tiro por la culata es casi de caso de estudio
La creadora de contenido ‘Ferreteras en la red’, profesional ferretera, contestó con la realidad a un joven que le ofreció “visibilidad” en sus plataformas.

La tecnología avanza de manera exponencial en todos los ámbitos de la vida, pero lo tradicional todavía marca las pulsiones de las acciones humanas. En pocas palabras, esta enseñanza, base de una realidad social que se resiste a verse alterada, es la que ha dejado la profesional ferretera y rostro de ‘Ferreteras en la red’, cuenta de TikTok que acumula más de 50.000 seguidores, a un curioso hombre que llegó con una singular propuesta a su ferretería.
“Me viene un chico joven y se pone al lado de la puerta. Y entra. Yo en ese momento tenía muchísima afluencia. Le pregunto que qué es lo que quiere y me dice ‘no, es que venía a hablar contigo’. A todo esto, yo seguía. Y le digo: ‘bueno, pues dime de qué y, mientras voy arreglando esto, te escucho”, cuenta la creadora de contenido. La persona en cuestión iba a ofrecerle aparecer en su plataforma “para tener más visibilidad”. La cara de ella fue un poema; y él, que se dio cuenta, quiso demostrarle por qué. Le salió el tiro por la culata.
Poco tuvo que hacer ella. “Me dijo sí hombre sí, y se acercó a una mujer a la que yo estaba atendiendo...”, cuenta, enumerando a todos los clientes del local preguntados por el individuo acerca de por qué habían acudido a ese negocio y no a otro. Independientemente de que más de uno la conocía por los vídeos que ella misma realiza en Tiktok, que también cumplen requisito común, todos coincidían en lo mismo: habían ido por recomendación. Bien de la vecina, bien de un familiar, bien de un usuario en una red social. Recomendación.
“Total que el hombre se me queda mirando y le digo: ‘yo ya tengo mis propias plataformas y me muevo constantemente para que la gente me vea, pero de nada sirve tener una buena visibilidad en las redes si después el boca a boca no ayuda’”, zanjó. La ferretera ha contado a cámara la clave fundamental de su negocio, que no es otra que el buen trabajo: “Si no das un buen servicio, si no tienes una buena especialización, si no te preocupas por tus propios clientes, de nada sirve que tengas una buena visualización, porque es importante que la gente esté contenta y le dé visibilidad con el boca a boca”.
El hombre fue sincero. “Bueno, pues aquí no tengo nada que hacer”, dijo. Ella redondeó su lección y aclaró que, por encima de venderse en una red social, aquello era lo que era: “Pero ya sabes aquí lo que hacemos. Arreglamos ollas express súper rápido, afilamos, tenemos rodamientos”. Él se marchó riendo y ella satisfecha porque, al menos, él no había perdido el tiempo.
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