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Una soltera de ‘First Dates’ da calabazas a su cita de 77 años por “querer echar un par de polvos”

José y Manuela no conectaron durante su cita, pues ni la edad ni el deseo sexual de ambos llegó a un punto intermedio con el que estuvieran de acuerdo.

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Una soltera de ‘First Dates’ da calabazas a su cita de 77 años por “querer echar un par de polvos”

Cuando no aparece el amor a primera vista en las citas de ‘First Dates’ muchas son las excusas que esgrimen los protagonistas de las citas a ciegas para justificar el fracaso de la misma. Unas veces se alude a la falta de entendimiento, otras a las diferencias políticas, a la diferencia de edad, a la distancia, a la paternidad o maternidad o, los más directos, a una distinta concepción de la vida sexual.

No es habitual, al menos en el formato, que esta última de las excusas afecte tan directamente a los proyectos de pareja más mayores del programa presentado por Carlos Sobera, pero es lo que les ocurrió, entre otras cosas, a José y Manuela. No era la primera vez que la sevillana buscaba el amor en ‘First Dates’, pero su resultado fue exactamente el mismo que en la otra ocasión.

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Buscaba un hombre de hasta 70 años, pero su gozo cayó en un pozo cuando vio entrar a José. Su paisano, de 77 años, había trabajado durante su vida laboral de taxista. “Es muy poquita cosa este hombre. Parecemos la una y cuarto”, manifestó Manuela nada más verlo. Una impresión negativa que ponía la cita cuesta arriba y que anticipaba ya el ‘no’ final.

Después de contarse qué esperaban de la vida y hablar de sus lugares de procedencia, José abarcó el que para él era uno de los temas más importantes: el sexo. “¿Cómo eres en la cama?”, le preguntó sin anestesia. Ni siquiera las evasivas de Manuela, que evitaba responder y que incluso manifestó tras las cámaras haberse sentido incómoda por la cuestión, le hicieron cesar en su empeño.

“De cuando en cuando echar un par de polvos”, agregó José recibiendo, en esa ocasión, el vacile de su compañera. “Vamos a ver si echas uno”, le contestó Manuela con ironía. “Hay que darle ánimos todos los días. Yo tengo una edad y todavía hago algo”, insistía el sevillano. “Esos que presumen tanto luego la tienen así (señalando pequeña con los dedos). Nada de nada”, pronosticó Manuela antes de intercambiar con su cita la negativa a seguir conociéndose como pareja. Tendrá que probar una tercera vez.

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