Una soltera, atónita con su cita en ‘First Dates’: “Tengo tatuada la Champions League”
Rida aseguró a Anabel que se tatuaría la fecha de la cita en el caso de que prospere su historia de amor. Ambos decidieron conocerse fuera de cámaras.
First Dates es de esos programas que nunca deja de sorprender a la audiencia gracias a la aparición de solteros y solteras, que dejan su huella personal en el restaurante más famoso de la televisión. Los últimos protagonistas fueron Anabel y Rida. Ella, de Ciudad Real, se presentó como una persona con “mucha personalidad y carácter” que empezó a valorar la vida tras sufrir un derrame cerebral con tan solo 22 años. “Aprendí a valorar un desayuno escuchando los pajaritos, la lealtad, estar tumbada en la cama y sobre todo”. Su pasión por los tatuajes le abrió las puertas de su propio estudio.
En el lado opuesto de la mesa estaba Rida, un joven marroquí, amante de la moda y con mucho carisma. La primera impresión fue bastante positiva dado a la alegría que ambos manifestaron tras conocerse. Él contó que era musulmán, pero que ya no era practicante a diferencia de su familia. Lo que no se imaginaría es que su cita le dijera que no era árabe, pero sí musulmana porque se crió entre monjas.
El tono de voz de su cita le llamó bastante la atención. Anabel contó que la entubación que precisó a consecuencia del derrame cerebral le quemó las cuerdas vocales. El soltero no quiso hablar de esta cuestión por la incomodidad originada por la confesión. “Si yo contara lo que he vivido, pero me gusta vivir el presente”. Rida se quedó impresionado con la pasión de su cita por los tatuajes.
“Eres como una luna brillando”
Con todo su orgullo, el marroquí le enseño sus grabados, de los cuales uno de ellos es la Champions League. Su pasión por la pelota le llevó a cometer esta locura. Ella dijo que no le gustaba nada el fútbol, pero que aun así podrían ver un partido juntos.
La creme de la creme de la cita fue cuando ambos se abrieron en canal para compartir sus impresiones. Él aseguró que la soltera era “como una bombilla encendida, como una luna brillando”, aunque no se acordaba de su nombre. “Mejor te llamo princesa”. También señaló que se tatuaría la fecha del encuentro cuando ella “le diese el sí para siempre”. Anabel confesó que era “un nueve” y que le gustaría tener otra cita, pero esta vez fuera de cámaras.