INGLATERRA
Una ejecutiva del City, a la cárcel por robar al club para pagar su boda
Fiona Barclay, que está embarazada, ha sido condenada a 18 meses de prisión por robar casi 120.000 euros. Fue pillada gracias a una transacción sospechosa.
Una ejecutiva del Manchester City ha sido condenada a prisión por robar casi 120.000 euros para pagar su boda. Fiona Barclay, natural de Escocia y actualmente embarazada, trabajaba como gerente de desarrollo de negocios en el departamento de hospitalidad del club, un puesto en el que ganaba alrededor de 34.000 euros al año. Sin embargo, una transacción sospechosa provocó una investigación que ha terminado con ella sentenciada a prisión.
Barclay ha comenzado a cumplir una condena de 18 meses de cárcel por robar dinero al club. Una vez descubiertas sus estafas, aseguró ante las autoridades que había utilizado esos ingresos conseguidos ilegalmente para pagar su boda y comprar regalos tanto a su marido como a diferentes miembros de su familia. Según recoge la prensa inglesa, la escocesa estalló en llanto ante el tribunal cuando conoció su pena en un caso que se destapó por una transacción de 28.000 euros realizada en marzo del pasado año.
La fiscal, Ellen Shaw, explicó que las sospechas llegaron “por el hecho de que era un número redondo grande”, que Barclay fue interrogada después y que admitió haber cometido un “error” a la vez que se disculpaba. En el interrogatorio confesó además que había desviado 17.000 euros del club a su propia cuenta y devolvió el dinero. Pero el Manchester City continuó con una investigación todavía más exhaustiva y descubrió que la imputada había estado desviando capital desde junio de 2019.
En total robó más de 120.000 euros, 103.000 si tenemos en cuenta la cantidad que devolvió. El club le abrió un procedimiento disciplinario y fue despedida en marzo del pasado año. Así se inició una investigación penal que terminó con Barclay declarándose culpable de un delito de fraude por abuso de posición.
Su abogado pidió que no entrara en prisión
El abogado de la ejecutiva, Patrick Buckley, pidió al tribunal que su clienta no entrara en la cárcel alegando que había dejado su casa en Escocia para mudarse a Mánchester por el trabajo, una decisión por la que se había quedado aislada. “Estando a cientos y cientos kilómetros de su casa, aislada y sola, buscó consuelo en la terapia de compras. El problema es que es que esa terapia era a costa de su empresa”.
Durante el proceso, Barclay encontró un nuevo empleo en una compañía de viajes y les explicó su condena. Pero desgraciadamente para ella ha llegado el peor desenlace: “A pesar de todo lo que se ha dicho en su favor, solo puede haber una sentencia de prisión inmediata. Con gran pesar, vaya con el oficial”, expresó el juez.