Una cámara de seguridad grabó a Álvaro Prieto subido al techo del tren

A la espera de la autopsia final que determine las causas de la muerte del joven cordobés Álvaro Prieto, de 18 años, cuyo cadáver fue localizado este lunes entre dos vagones de tren en la zona de talleres de la estación de Santa Justa, en Sevilla, la principal hipótesis sigue siendo que falleció a causa de una fuerte descarga eléctrica. Un supuesto que recogen los informes preliminares y que toma todavía más fuerza después de que la Policía haya tenido acceso al sistema de videovigilancia de una gasolinera próxima a la zona.

Tal y como informa este martes ‘El País’, esta cámara de seguridad recoge la secuencia en la que se ve al futbolista de las categorías inferiores del Córdoba caminando por el techo del tren en el que ayer se encontró su cuerpo sin vida. De acuerdo con las imágenes, Álvaro Prieto se agarra de la catenaria provocándole una fortísima descarga eléctrica y haciendo que caiga entre los dos vagones del convoy.

El informe forense preliminar explica que el cuerpo de Álvaro Prieto “presenta signos compatibles” con una descarga eléctrica. La principal prueba radica en el hecho de que el cadáver presentase las manos prácticamente calcinadas y lesiones en el cuero cabelludo, consecuencias compatibles con un choque eléctrico de alto voltaje. Según las últimas informaciones, el futbolista recibió una descarga de 3.500 voltios.

Las explicaciones de Renfe

Este lunes, Renfe emitía un breve comunicado a través de sus redes sociales donde daba a conocer que el convoy donde apareció el cuerpo de Álvaro Prieto estaba fuera de servicio desde el pasado mes de agosto y que permanecía parado en una vía en la zona de talleres de la estación sevillana de Santa Justa. Fuentes de la compañía explican que el tren no tenía electricidad ya que se encontraba en fase de reparación por lo que los investigadores deberán determinar por qué el cordobés recibió tal descarga eléctrica al tocar la catenaria. Cabe recordar que, los forenses datan su muerte el mismo día de su desaparición, la mañana del pasado jueves 12 de octubre.

Una gran incógnita

Desde un primer momento, los investigadores del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Sevilla tuvieron sobre la mesa la hipótesis de la muerte accidental dejando a un lado cualquier implicación o participación de terceras personas. No obstante, todavía es toda una incógnita el motivo que llevó a Álvaro Prieto a llegar hasta esa zona alejada de la que normalmente transitan los viajeros de la estación de Santa Justa. Tan solo unas horas antes al hallazgo, la Unidad Militar de Emergencia (UME) realizó una batida con perros a tan solo 200 metros del lugar.