Un influencer gastronómico dicta sentencia sobre su paso por el Celler de Can Roca: “Igual me desmayo”
El tiktoker Sergio Peldanyos visitó el laureado restaurante y quedó sorprendido con el maridaje, tanto por su calidad como por su cantidad.
De todos los lujos que distinguen a España como un país diferente, aquellos relativos a lo gastronómico ocupan un papel especial. Más allá del producto, de una calidad indiscutible por un cúmulo de factores que solo la geografía y el clima de la península explican, el ingenio culinario de los cocineros españoles también cosecha una merecida fama. Así lo demuestran muchos restaurantes, desde una tasca en un pueblo enclavado en una sierra hasta un restaurante de alta cocina, ambas piezas innegociables de la realidad patria.
Uno de los más prestigiosos templos gastronómicos es El Celler de Can Roca, restaurante fundado en 1986 por los hermanos Roca que cuenta con tres estrellas Michelin y que fue, entre 2013 y 2015, el mejor del mundo. A este sitio ha acudido en un reciente vídeo el reconocido creador de contenido Sergio Peldanyos, compartiendo a través de YouTube una reseña en forma de vídeo de una hora de duración.
“Estamos en el Celler de Can Roca, uno de los restaurantes más prestigiosos del mundo. De hecho, si quieres venir a comer aquí tienes que esperar un año”, dice, según toma asiento, avisando que van a disfrutar de 30 pases: “Son las siete y media de la tarde, probablemente salgamos de aquí a la una de la madrugada y no es ninguna exageración”.
Al consomé de los tres hermanos, “tres caldos distintos que, mezclados, forman uno”, le siguió un auténtico aluvión de platos con un inteligente y meditado maridaje que, en el ecuador de la cena, despertó una sonrisa en el tiktoker. Todo ocurrió cuando el camarero se acercó con una botella de vino más para rellenar la copa del youtuber —y de su acompañante— por enésima vez.
“Borracho como una rata de laboratorio”
Tras vacilar con que aquello parecía “el día de la marmota” y adelantar que “los postres también van con maridaje”, Peldanyos tomó la palabra. “El maridaje va dando pasitos como de dibujo animado en tu cabeza”, trató de explicar al mesero. Y cuando este último se fue, el creador de contenido terminó de sincerarse: “Voy borracho como una rata de laboratorio. Yo igual me desmayo con el maridaje. Cuando le he hecho foto a la botella de vino, que ha estado a punto de llevársela, le he dicho ‘no, no, trae, trae, que le voy a hacer foto para enseñarle a la policía quién es mi asesino de esta noche’”.
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Más allá de la anécdota vinatera, la experiencia fue de una calidad y disfrute sublimes tanto para Peldanyos como para su amigo. “Han sido cinco horas y media y se nos han pasado volando”, decía el tiktoker, a lo que su acompañante, casi sin palabras, alcanzaba a añadir: “Una barbaridad, ¿qué quieres que te diga? Nunca en mi vida he probado algo ni cerca de este nivel”.
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