Un ‘tiktoker’ critica las condiciones de las ‘villas para aficionados’ en el Mundial
El usuario, que publicó en su cuenta de TikTok un vídeo de los desperfectos, tuvo que retirarlo a causa de los insultos racistas en los comentarios.
Ante la alta demanda de hospedaje en Qatar durante las fechas en las que se celebrará el Mundial, la organización construyó unas villas en las que los aficionados podían acampar o dormir a unos precios más asequibles que en los hoteles. Sin embargo, a apenas un día para que dé comienzo la competición, las condiciones no parecen ser las ideales para alojarse.
Un aficionado británico desplazado ha compartido en su cuenta de TikTok (@Havoc.S15) el estado actual de estas villas en un vídeo que ha tenido que eliminar a causa de los insultos racistas. “Esto es lo que te dan por 212 euros (185 libras) por noche en la villa de aficionados de la Copa del Mundo de Qatar. Buena suerte para descansar”, escribió.
En el vídeo se pueden ver cómo se han reestructurado los interiores de contenedores industriales. Una cama doble que ocupa gran parte del espacio, un baño privado en el que, según The Sun, “no hay mucho espacio para moverse” a causa del tamaño de la cama y unos comedores que “dejan que desear”.
Además, en las zonas exteriores se ve cómo el césped artificial que moqueta toda la estancia no está colocado en todos los lugares. Por el contrario, la zona destinada a ver los partidos sí muestra una buena preparación con zonas reservadas al consumo de comida, una pantalla gigante y sillones en el suelo.
Cinco villas para aficionados a precios entre 110 y 409 euros la noche
En la página web oficial de la agencia que gestiona el alojamiento durante el Mundial se ofertan hasta cinco alojamientos diferentes en pueblos prefabricados como el que ha filmado el usuario de TikTok. La más barata, calificada con tres estrellas sobre cinco, ofrece dormir en una caravana con “aire acondicionado, WiFi, Smart TV y servicio de limpieza cada dos días”.
Las otras opciones incluyen en sus establecimientos “dos botellas de agua diarias” y ofrecen restaurantes a lo largo del falso pueblo. La más cara, por su parte, recuerda al formato de las tiendas de campaña en su interior y pone a disposición del público pistas deportivas y gimnasio.