TELEVISIÓN

Toñi Moreno confiesa uno de sus secretos mejor guardados

La presentadora de televisión, en una campaña de financiación para conseguir fondos para investigar el alzhéimer, ha hecho público “un secreto que nunca había contado”.

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Toñi Moreno confiesa uno de sus secretos mejor guardados

La presentadora de televisión Toñi Moreno ha desvelado, en una campaña para conseguir financiación para investigar el alzhéimer, que en algún momento de mi vida se planteó la idea de hacerse monja. Una idea que, a la vista está, se fue desvaneciendo con el paso del tiempo.

Lo que nunca he contado a nadie porque me da cierto pudor es que en algún momento de mi vida me planteé de verdad la idea de ser monja”, ha confesado en un vídeo que ha publicado en su cuenta de Instagram. “Yo había estudiado en un colegio de monjas y tenía a la hermana Blanca idealizada. Incluso me planteé irme de misiones, aunque afortunadamente luego reculé, porque creo que no habría sido mi vocación”, ha añadido.

Una carrera desde los 12 años

Lo cierto es que la idea de Toñi Moreno debió ser fugaz, puesto que su vocación por el mundo de la comunicación sí que se manifestó desde edades tempranas. Y es que, cuando tan solo tenía 12 años, ya empezó a hacer sus primeros pinitos en una radio local de Sanlúcar de Barrameda.

Aún así, llegado el momento de elegir una profesión, Toñi Moreno se decantó por el Derecho, a pesar de que no terminó la carrera. A la par que estudiaba, la presentadora aparecía en Canal Sur y, poco más tarde, dio el salto a la televisión nacional gracias a Antena 3. Desde allí ha pasado por prácticamente todas las grandes cadenas.

Curiosamente, uno de los últimos programas de televisión que presentó fue Secret Story, un formato en el que precisamente los secretos de los concursantes eran el hilo argumental del concurso. “En mi caso, lo mejor para guardar un secreto es no contármelo o que se me olvide. ¡Me encanta contar los secretos!”, expresó por aquel entonces.

Campaña de financiación

El hecho de que la comunicadora nacida en Barcelona haya contado este secreto públicamente tiene un fin benéfico. Y es que la confesión forma parte de una campaña de financiación para conseguir fondos para investigar el alzhéimer.

“La Fundación Pasqual Maragall, hace diez años, guardó un montón de muestras de sangre de muchos voluntarios con el sueño y el propósito de poder esperar a encontrar la técnica y descubrir cosas que hasta el momento desconocemos sobre el alzhéimer. Ese día ha llegado. Ya tenemos la técnica. Ahora falta la financiación para ponerla en marcha”, ha explicado.