Valeria Ros reaparece en ‘La Revuelta’ tras los rumores de despido: “Metí muchas patas”

De todas las personas que podían aparecer sobre la tarima del Teatro Príncipe de Gran Vía, muy probablemente, Valeria Ros era la última que muchos de los allí presentes esperaban ver. Hasta Scottie Pippen ha ido antes que ella esta temporada. El motivo no es otro que el rumor extendido —y prácticamente asumido debido al silencio del programa— de su supuesto despido. Por ello, cuando la concursante de MasterChef Celebrity 10 entró en escena, muchos tuvieron que frotarse los ojos.

Tenía ganas de hablar. Y lo hizo. “Ahí abajo guardamos las cosas que no se usan. Malo será que no te encuentres ahí a Valeria Ros o a Pantomima Full”, dijo Grison a modo de broma, lo que bastó para que la vasca colocase el pie y evitase que se cerrase la puerta de una conversación pendiente: “Está bien que alguien abra el melón, yo también pensaba que ya no iba a salir más... ¿Queréis salseo? ¿Lo cuento todo?“. Y lo contó.

“Creo en las segundas oportunidades”

Ros detalló que se entero de su supuesto despido a través de los medios de comunicación. Un periodista le escribió para preguntarle por el asunto y ella, “nerviosísima”, no sabía dónde iba a ir si le echaban del formato. Entonces vio su cara en una noticia que señalaba la decisión fulminante del programa de prescindir de ella. “Imaginaos: un programa de access de lunes a jueves y lo único que cambia es que me voy yo para ganar audiencia... Si solo he venido cuatro días. Un bajón...“, relató.

Siendo este el escenario llegó el FesTVal de Vitoria, donde ella fue para presentar la nueva temporada del concurso culinario de TVE. “Voy al photocall del FesTVal con MasterChef, pero nadie me pregunta de eso. Todo el mundo me preguntaba por qué me habían echado de La Revuelta. Y yo, pues a ver, estos chicos no me han echado", recordó. Y comenzaron a asaltar su cabeza pensamientos acerca de aquella salida del programa que todo el mundo daba por hecha. “A ver si os lo calláis para que me despida yo y no me paguéis el despido improcedente”, vaciló, para restar tensión al asunto.

Fueron pasando las semanas y no sonaba el teléfono. “Yo venía mucho y, de repente, venía muy poco... Mi novio empezó a venir más que yo”, expresó, reconociendo que no todo fue perfecto, pero que ha aprendido de aquello que haya podido hacer mal: “Es verdad que metí muchas patas, que nunca te he visto reírte conmigo y que no he hecho la sección. Yo sí creo en las segundas oportunidades, ahora mismo me siento como Pedro Sánchez. He perdido las primarias”.

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El aluvión de sinceridad de Ros, que Broncano escuchó con atención, quedó sentenciado con unas palabras fulminantes del jienense. No quiso entrar demasiado en el charco y se limitó a decir que, en cualquier caso, para bien o para mal, habría habido y existirá comunicación: “Somos colegas. Si algún día se te chuta, se te comunicará”.

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