Una pareja acude a ‘First Dates’ y se deja llevar por la pasión en el jacuzzi: “Lo tiene todo”
La cita entre Zinadin y Aida estuvo protagonizada por la química y el buen rollo entre ambos, que culminó con ambos sumergidos en el agua.
La versión de veraniega de ‘First Dates’ está dando mucho juego a nivel televisivo. La inclusión del jacuzzi para aquellas parejas que muestran una mayor química ha sido un gran añadido, dando pie a íntimos momentos en los que los solteros, al menos por unos instantes, se olvidan de las cámaras y los focos, y se centran en vivir el momento en compañía de su cita.
Este ha sido precisamente el caso del encuentro protagonizado por Zinadin, actor, modelo, cantante e influencer de 25 años llegado directamente desde Madrid con el objetivo de encontrar el amor, y Aida, estudiante de Derecho de apenas 19 años que llegaba desde la capital de la Comunidad Valenciana con el objetivo de resarcirse en el amor y dar con el hombre de su vida.
Desde el primer momento, la química y el buen rollo entre el oriundo de Bulgaria y la nacida en Rumania fue más que evidente. Las sonrisas y las miradas cómplices se multiplicaban al tiempo que cada uno se iba sintiendo con más y más confianza, una situación que no hizo más que acrecentarse cuando Carlos Sobera llevó a la pareja a su mesa.
Ya ubicados, ambos tuvieron un rato para conocerse, saber del otro y confirmar que el ‘feeling’ entre ambos era una realidad. Aida descubrió las múltiples profesiones de Zinadin, mientras que el joven supo que su cita se encontraba en el segunda año de la carrera de Derecho, al mismo tiempo que se ganaba algo de dinero haciendo pestañas.
El momento del jacuzzi
Tras una romántica cena en la que tanto Zinadin como Aida se mostraron tremendamente cómodos y dispuestos a conocer a la otra persona, Carlos Sobera los invitó a ir al jacuzzi, donde podrían pasar un momento íntimo. Tras meterse en el agua, el afincado en Madrid tardó poco más de diez segundos en besar a su pareja, en lo que sería el principio de unos minutos en los que la pasión fue la protagonista.
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En el momento de la decisión final, los solteros tenían clara su respuesta. Prueba de ello fue que, nada más sentarse en sus respectivas sillas, ambos se dieron un tierno beso que dejaba entrever lo que pasaría. Ambos, sin pensarlo, dijeron que sí, dando pie a una relación fuera del restaurante que parece comenzar con buen pie.
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