Mariló Montero, sobre las críticas a su entrevista en ‘La Revuelta’: “No me meto en discusiones que no van a ningún lado”
La presentadora ha confesado en una entrevista a ‘El Mundo’ cómo fue su paso por el programa y el respeto que siente hacia David Broncano.
Apenas había echado a caminar La Revuelta en su segunda temporada cuando Mariló Montero dinamitó el Teatro Príncipe de Gran Vía: la televisiva acudió como invitada al formato presentado por David Broncano y protagonizó una tensa entrevista en la que ella no se calló ninguna reflexión y él no cedió ninguna otra. Brilló el respeto en el desentendimiento, únicamente manchado, en algunas ocasiones, por las intervenciones de un público claramente posicionado con el conductor del programa.
Ha pasado un mes y la suya sigue siendo una de las emisiones más mediáticas de La Revuelta. Tanto que, incluso, le persigue en muchas otras entrevistas que Montero concede; la última, a El Mundo, donde la presentadora habla de su participación en MasterChef, su papel como colaboradora en diversos espacios televisivos y su inminente salto familiar: va a ser abuela.
De Gonzalo Miró a ‘La Revuelta’
Antes de abordar el asunto de La Revuelta fue preguntada por Gonzalo Miró, con quien tantos enfrentamientos tuvo en Espejo Público. “Le tengo muchísimo aprecio. Gonzalo lo sabe y claro que le deseo lo mejor. En su programa nuevo está teniendo buenas audiencias y me alegro enormemente por él. Le echo de menos”, confesó, dejando caer que precisa un ‘rival’ por las mañanas: “Pero, bueno, el director del programa ya pondrá a alguien para rivalizar conmigo”.
Luego vino el torbellino. Un mes después, lo mira con perspectiva y lo resume con una pequeña crónica. “Esto fue lo que sucedió: yo mantuve una conversación con David Broncano y me sentí muy a gusto hablado con él. Dejamos cada uno nuestras posturas ideológicas claras y creo que el debate se produjo desde la humildad”, expone, asegurando que ambos se comportaron “como dos personas tolerantes”: “Creo que ese es el ejemplo que hay que seguir”.
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El resto de comentarios, directamente, no le preocupan. “La gente es libre de decir lo que quiera. El insulto es algo que no se va a erradicar y no me voy a entretener en ello. Mis fuentes de información no son las redes sociales y no me voy a meter en discusiones que no van a ningún lado”, sentencia, consciente del terremoto mediático que fue su paso por La Revuelta.
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