TELEVISIÓN
Elsa desvela por qué se apuntó al ‘casting’ de ‘Gran hermano’
La joven vasca, la primera expulsada oficial de la casa de Guadalix de la Sierra, saca a luz el motivo que la llevó a querer estar en el programa de Telecinco.
Elsa Mateos, la primera expulsada oficial de la actual edición del reality Gran hermano (Telecinco), ha revelado cuáles fueron las verdaderas razones que la llevaron a apuntarse al casting para convertirse en una habitante más de la casa de Guadalix de la Sierra (Madrid).
Lo ha hecho durante su visita al pódcast ‘Qué demonios pasa’, donde ha hablado de cómo fue su paso la vivienda de las cámaras y ha hecho un balance de su concurso, donde forjó una gran relación con Edi, uno de sus compañeros gallegos, quien, a su vez, inició un romance con Violeta.
Un concurso al que se enteró de que entraba en el mismo día del estreno, cuando recibió la llamada de la directora de casting para que volase de Bilbao a Madrid: “Estaba a las tres y media de la tarde en el sofá de mi casa cuando sonó el teléfono, me duché, cogí algunas cosas y me fui”. Allí fue seleccionada mediante un tartazo del famoso Payasín.
Eso sí, su primera idea no era participar. “Mi amiga Saray se apuntó al casting y yo la apoyaba, pero no le dije que yo también me apunté luego, lo hablamos cuando salí de la casa y me dijo que no pasaba nada. Yo lo llevé todo en secreto, el proceso de casting, no me gusta hacer públicas mis cosas”. Saray fue, precisamente, quien la defendió en plató.
Tenía claro que iba a entrar
Elsa Mateos reveló también que hubo un punto de inflexión en su vida por el que decidió apuntarse al casting de un concurso del que se lleva grandes amistades, aparte de Edi, como la de Maite, también expulsada. Todo lo decidió después de sufrir “un ataque de ansiedad supergrave” a principios de año, después de sentir que tenía una vida monótona y estancada.
“Trabajaba a jornada completa en una tienda y complementaba con el trabajo en una discoteca, no tenía tiempo libre y todo para tener un sueldo que no me permitía tener mi propia casa porque encima comparto piso […]. Me iba a dormir los domingos a las siete de la mañana después de trabajar en la discoteca y los lunes me estaba despertando a las 5:30 para irme a trabajar a la tienda”, contó.
Eso sí, tenía tanta seguridad en que iba a entrar a formar parte de la casa de Guadalix de la Sierra que, apenas quince días antes de que diese comienzo el concurso, comunicó a la tienda en la que trabajaba para decir que dejaría el empleo.
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