Tamara Falcó se rompe al hablar de su padre

Tamara Falcó ha tenido un tiempo de mucha vorágine en su vida. Hace un año anunciaba y rompía justo una semana después su compromiso con el ingeniero Íñigo Onieva y por Nochevieja se reconciliaban y volvían a comunicar su boda, que se celebró a comienzos del verano en el palacio El Rincón (Aldea del Fresno), propiedad que heredó, junto con el marquesado de Griñón, de su padre, Carlos Falcó.

Precisamente ayer, durante su participación el programa de Telecinco El musical de tu vida, presentado por Carlos Sobera, se rompía al hablar de este, fallecido durante la pandemia del coronavirus.

“Mi padre era buenísimo señor y superpaciente. Llegué en un buen momento de su vida, era supermaduro. Su primer hijo lo tuvo con 26 años, quizá muy pronto, pero luego ya era más maduro cuando llegué yo”, explicó.

“Al separarse mis padres pasamos mucho tiempo juntos en el campo, los fines de semana, que era cuando me tocaba estar con él. Era genial. Siempre nos ha apoyado a los cinco hermanos. Era superculto y le encantaba España. Le encantaba hablar con todo el mundo. Hablábamos de todo un poco. Era culto, pero muy divertido. Yo le contaba todo a mi padre”, dijo la socialité a Carlos Sobera sin poder contener las lágrimas. “Era muy positivo. Creía en todos los proyectos y acompañaba a sus hijos a todo. Me daba buenos consejos, como que un título no te pertenecía, sino que era como una encina milenaria que debías dejar en mejor estado para el siguiente”, agregaba.

La anécdota

Tamara Falcó, quien reveló que tiene dos grupos de WhatsApp para hablar con sus hermanos, uno con la parte Preysler y otro para los Falcó, contó también una divertida anécdota de juventud con su padre.

Durante una estancia con él en el campo, la joven se habría encerrado en su habitación para leer la Biblia, que le resultaba apasionante (hay que recordar que la hija de la reina de corazones es una gran creyente). El marqués, preocupado, llamó a la puerta y le dijo: “Tamara, ¿qué haces todo el día en tu cuarto?, ¿estás metida en drogas?”. A lo que ella habría respondido sacando el libro sagrado, para tranquilidad de su padre.