MUNDIAL QATAR

Shaun Botterill, el fotógrafo de la imagen récord de Messi: “Siempre sueñas con una de estas situaciones únicas”

El británico cuenta a Diario AS el histórico momento: “No había más de dos metros entre nosotros. Había algo de alivio por haber conseguido por fin el Mundial”.

Shaun Botterill, el fotógrafo de la imagen récord de Messi: “Siempre sueñas con una de estas situaciones únicas”

Shaun Botterill llegó al estadio Lusail el pasado 18 de diciembre “bastante tranquilo”, porque uno “nunca se imagina” que va a poder hacer la foto perfecta. Se colocó el peto azul de fotógrafo de la FIFA que le permite moverse con libertad por el campo y vio, a través de su lente y en otras ocasiones con sus ojos, la mejor final de las copas del mundo. Lo dicen los entendidos, pero también el cuerpo cuando el corazón salía del pecho, le gritaba a la televisión, insultaba al árbitro y aseguraba que había tocado balón. Solo entonces volvía a entrar por la boca, dejándonos inertes, muertos por unos segundos, y solo retornaba por pura cábala, porque hasta ahora le había ido bien escondido entre las costillas de los humanos.

Pues Shaun, en el campo, decía estar “bastante tranquilo”, hasta que el campeón del mundo, Lionel Messi, se puso a menos de dos metros de él, de su lente y de sus ojos, y levantó la copa a hombros de Agüero. “Siempre piensas que va a ser otro”, creía. “Joder, es que está justo aquí, justo delante de mí”, se recordó. Disparó sin pensar, como han hecho otros muchos a lo largo de la historia, con consecuencias que no podía imaginar, como tampoco podían haber fantaseado otros cuantos en el devenir del mundo.

Shaun Botterill es el fotógrafo de Getty Images que estaba justo delante de Leo Messi cuando Argentina daba la vuelta olímpica y pasaba por debajo de la portería. Sin saberlo, batió un récord en un lugar desconocido para él. Sin redes sociales, su foto se ha convertido en la imagen con más ‘likes’ de la historia de Instagram. Messi —o alguien cercano a él— la escogió para subirla a su perfil y, 72 millones de personas después, Botterill sigue sin ser muy consciente del logro. El fotógrafo habla con Diario AS del Mundial de Qatar, de Argentina, del momento más icónico de la final y por qué la foto del alzamiento de la copa no fue tan atractiva. De cómo se vivió la fiesta argentina desde dentro, de la vida misma y por qué a Messi, a pesar de ser un futbolista “que no sonríe en el campo”, se le alumbró el rostro un domingo de diciembre.

Toda una vida cubriendo mundiales, desde 1986…

Para mí es impresionante. Mi primer Mundial fue como editor en 1986, en México. Irónicamente, estuve en el último Mundial que ganó Argentina. En teoría, he estado en nueve Mundiales, ocho como fotógrafo y el de México como editor. Me perdí el de 1990 porque probablemente estaba demasiado de fiesta (risas). Pero disfruté bastante viéndolo en casa. Después de aquel Mundial, mi mejor amigo me dijo: “Venga, vuelve a hacer fotos”. Y eso es lo que hice.

¿Qué ha tenido de especial esta Copa Mundial de Qatar? Es el primero que se celebra en un país árabe. Cultura , gente y comida diferente ¿Qué le ha parecido este entorno?

Ha sido diferente estar en un país pequeño y básicamente en una ciudad, como si no te desplazases a zonas diferentes, como en Brasil 2014, cuando iba al sur y era completamente diferente al norte, en Manaos. Al tiempo de estar allí, me ha parecido que no conoces muchas partes de un país, pero eso es porque es muy pequeño. Al llegar colocamos las cámaras en las pasarelas, en el estadio, en los techos... Y luego empezamos con los retratos. Yo trabajo para Getty, pero algunos también trabajamos con la FIFA. Ha sido mucho trabajo, todo estaba comprimido en muy poco tiempo. En las primeras cuatro semanas no había un día libre, trabajábamos un partido cada día, a veces dos. Siendo honesto, me pareció bastante difícil las primeras cuatro semanas.

“En las primeras cuatro semanas no había un día libre, trabajábamos un partido cada día, a veces dos”

Shaun Botterill

¿Cómo es el trabajo de un fotógrafo en el Mundial?

Elegimos el equipo de fotógrafos, el cual es bastante grande, y lo que intentas y necesitas traer es una mezcla de gente, y es genial porque tenemos gente repartida por todo el mundo, todos aportan algo diferente. Eso es lo divertido del Mundial, a veces es bastante fácil olvidar lo que estás viviendo cuando ya has cubierto unos cuantos. Por eso tener gente joven en el equipo de fotógrafos es genial. Seguro que a veces soy un viejo gruñón (risas), pero me gusta ver a los jóvenes. Para algunos es su primer Mundial.

¿Cuántos fotógrafos había en Qatar?

Más de 500. Yo diría que unos 800, pero no estoy seguro. En cada partido había 220 plazas para fotógrafos alrededor de todo el campo.

Con tanta ‘competencia’ alrededor, ¿cómo haces para diferenciar tus fotos del resto?

Tenemos fotógrafos de Getty que solo trabajan para Getty Images, pero hay un grupo que también colabora con la FIFA. Los primeros llevan un peto verde, pero los de FIFA lo llevan azul, lo que te da más ‘libertad’ para moverte por el campo. Yo llevaba el azul. Por ejemplo, puedes entrar al túnel de vestuarios y moverte por detrás de los banquillos, pero esas zonas no son las mejores para sacar fotos del partido, porque se te cruza el linier y los suplentes mientras calientan. Pero te da imágenes exclusivas, como un futbolista celebrando un gol con sus familias. También puedes moverte en frente de los banquillos, nunca cuando el partido ha empezado. Cubrí el primer partido de Argentina contra Arabia Saudí y la imagen de Messi reuniendo al equipo y saliendo del túnel me pareció increíble.

Otra de las cuestiones de esa zona es que tienes que trabajar mano a mano con las televisiones, que son las que pagan el dinero. A veces puede ser una situación delicada, porque, obviamente, quieren tomar las mejores imágenes y quieren planos limpios, donde no aparezca ningún fotógrafo. Yo he aparecido este mundial cuando Neymar salía del túnel de vestuarios, pensaba que no salía y el steadycam pilló por completo mi calva (risas).

¿Qué tipo de detalles buscas en tus fotos?

Siempre hay una gran parte de suerte en la fotografía deportiva, especialmente en el fútbol, es uno de mis favoritos. Trabajar en equipo es bueno, porque cubrimos todo el campo. Si cubriese un partido en solitario como fotógrafo, tendría que estar tomando decisiones importantes todo el rato, tendría que decidir cómo creo que todo va a funcionar. Dependes un poco de la suerte, diría que de una enorme suerte.

Es un poco extraño, es un poco como la foto que se ha publicado en el perfil de Messi. Alguien la ha escogido por delante de otras, y eso que hay muchos enfoques diferentes, algunos que yo podría pensar que me gustaban más. Pero alguien ha escogido esa y simplemente ha funcionado. La fotografía es muy subjetiva.

“Dependes un poco de la suerte, diría que de una enorme suerte”

Shaun Botterill

¿Has recibido muchas llamadas por la fotografía?

Me han llamado hoy de la CNN, pero nada más. Lo curioso es que no estoy en redes sociales, por eso me parece un poco irónico que una persona que no está en las redes de repente tenga una foto que se ha compartido tantísimo en Instagram, o con tantos ‘me gusta’, no sé cuál es la terminología (risas).

Le ha gustado a más de 70 millones de personas.

70 millones. Guau, eso es más que la población de Reino Unido. Un amigo me ha escrito y me ha dicho ‘sé que no estás en Instagram, pero has batido el récord’. Todavía no me doy cuenta de lo que ha pasado, sé que Messi subió una serie de imágenes y la mía era la primera que aparecía.

¿Consideras que tu foto ha pasado a la historia?

Como fotógrafo, esperas hacer una foto como esta. Casi no puedo imaginar ese número de personas. Creo que demuestra lo grande que es el fútbol y lo grande que es Messi. Mi hijo mayor es editor como yo lo fui en el 86. Él entiende más las redes, y me mandó un mensaje el día después del partido, cuando la foto comenzó a compartirse. Para mi esa es otra de las locuras de esto. Lo que hacía yo en el 86, en el Mundial de Maradona, lo está haciendo ahora él, que es parte del equipo que ha editado las imágenes, entre ellas la del Instagram de Messi. Yo solo estaba haciendo mi trabajo, pero mis dos hijos piensan que es divertidísimo todo lo que ha sucedido. Me dicen, ‘ey, papá, tu foto le gusta a millones de personas’. Son cifras completamente disparatadas.

“Como fotógrafo, esperas hacer una foto como esta. Casi no puedo imaginar ese número de personas”

Shaun Botterill

¿Te cuesta entender lo importante que se ha convertido tu foto?

Sí. Mis hijos me preguntan lo mismo, también algunos amigos. Pero no estoy en las redes, así que no me entero mucho (risas). A ver, creo que no hay tantas imágenes de Messi en esa situación, en los hombros de Agüero. Estaba muy cerca de él. Fue una locura, éramos cuatro fotógrafos de la FIFA los que trabajamos en la final, teníamos una pequeña hoja de ruta que seguir. Mi trabajo era, si Argentina hacía una vuelta olímpica, fotografiar el momento. Seamos honestos, casi todas las imágenes salieron un poco oscuras cuando Argentina levantó la Copa del Mundo, es el momento más esperado, pero apagaron demasiado las luces en el estadio y la imagen se volvió un poco oscura. No se consiguió esa imagen brillante del levantamiento del trofeo.

Tras ello, hay un poco de retraso. Los jugadores celebran en el césped, Messi aparece hablando con su familia… Son fotografías muy especiales con su mujer, hijos y amigos. Pero los aficionados seguían cantando, fue algo sorprendente. Todavía no habían hecho la vuelta olímpica y el fondo seguía animando. De pronto, Messi agarró la copa, y es en ese momento cuando sabes que algo va a pasar. Fue una locura, todo el mundo intentaba sacarle una foto. Por eso digo que tuvimos mucha suerte de trabajar para la FIFA, teníamos permiso para estar en el campo, en el terreno.

“De pronto, Messi agarró la copa, y es en ese momento cuando sabes que algo va a pasar”

Shaun Botterill

Las fotos que muestran la celebración a vista de pájaro, eres el fotógrafo que está justo delante de él.

Justo delante. Pero eso fue una fortuna, porque trabajo con compañeros y teníamos un plan. La suerte, por cualquier razón, decidió sonreírme, y por supuesto que la acepto. Recuerdo perfectamente el momento, en mi cabeza no paraba de decir ‘joder, está justo delante de mí’. No había más de dos metros entre nosotros. Recuerdo pensar ‘es él, eres tú, eres el tío que acaba de ganar el Mundial’. Además, iba a hombros de Agüero. La postal es fantástica. Es una locura. En ese momento, miraba a través de la cámara y solo recuerdo oírme pensar ‘joder, es que está justo aquí, justo delante de mí’. Te lo prometo porque sólo puedo decir esto jurando. Todas esas personas delante de él y yo tan cerca. Una locura. Creo que hablar contigo me hace darme cuenta un poco de la magnitud.

¿Cómo te sentiste en aquel momento, tomando una foto tan importante?

Estaba en ‘shock’ porque es muy difícil tener una buena posición para estas fotos. Si otra persona hubiera tomado la foto, no me hubiese importado. Lo importante es que la imagen salga, no me importa quién la haga. Al final, todo el mundo está allí trabajando, la suerte me sonrió a mí, no solo por estar en el lugar, también porque alguien escogió la foto y Messi la publicó. Creo que incluso la recortaron para Instagram. Ya sabes, tiene que encajar en el formato. Es una imagen muy bonita porque hay más gente en ella, hay un ambiente, pero no encaja en ese marco de Instagram y creo que por eso la recortaron.

Entonces, antes de las fotos, recuerdo estar bastante relajado. Estaba hablando con mi hijo menor, que acababa de regresar para Navidad, y creo que estaba tranquilo porque nunca piensas que vas a estar en esa posición para tener la foto perfecta. Siempre piensas que va a ser otro. He hecho muchas Copas del Mundo y finales de Champions, y recuerdo haber tenido mucha suerte en la final de Cardiff, la que ganó el Real Madrid. Tenía una posición ideal y todas las imágenes que podían ocurrir pasaron delante de mí. Tuve mucha suerte. Recuerdo entrar en la habitación y decirle a mis colegas ‘sé lo que estáis pensando, lo siento mucho, pero simplemente estaba allí’. Fue suerte. Después piensas que nunca va a volver a ocurrir. Pero ha ocurrido.

“Si otra persona hubiera tomado la foto, no me hubiese importado. Lo importante es que la imagen salga”

Shaun Botterill

¿Cómo fue el momento para los argentinos que celebraron? Estabas totalmente dentro de la fiesta.

Por todo lo alto. Recuerdo que delante de mí se llegó a poner un hombre intentando hacer fotos con su móvil, y puse la lente de mi cámara entre su hombro y su mano, a través del brazo. Pues así fue todo el rato, con mucho movimiento y todo cambiando. Lo divertido es que no veo muy bien de cerca, hice las fotos con una lente amplia y no podía comprobar en el momento si estaban bien. Cuando terminó, me aparté a revisarlas temiendo haber cometido algún error, como que la imagen no hubiera salido nítida. Pero tan pronto como las vi, pensé ‘esta foto es muy buena, tengo que enviarla ya a las oficinas’.

¿Las mandaste en el momento?

Sí, en cuanto vi que la imagen era buena la mandé. Mira, detrás de la portería tenemos unas cámaras remotas que tienen conexión a red por cable, lo que envía las imágenes directas a Londres, donde las editan. Literalmente, encontré un cable y me aparté para mandar las fotos. Teníamos otros dos chicos trabajando en el campo y pensé que ellos podrían apañárselas si ocurría cualquier otra cosa, pero tenía que mandar las fotos lo más rápido posible. Con ese cable, las fotos llegan en menos de 10 segundos a Londres

¿Cómo describirías ese momento para Leo, teniéndolo tan cerca?

Messi se ilumina por completo cuando ve a los fans. No soy periodista, pero tenía una sonrisa diferente, enorme. A través de la cámara se percibe lo importante que fue para él este título, a pesar de estar acostumbrado a ganar. Es increíble lo que ha hecho como jugador, lo ha conseguido todo. En la imagen se ve alegría. Messi no es el jugador más sonriente del mundo, ¿no? No sonríe en el campo como otros futbolistas, pero en esa imagen es todo lo contrario. También creo que hay algo de alivio por haber conseguido por fin la Copa del Mundo.

“Messi se ilumina por completo cuando ve a los fans”

Shaun Botterill

En una entrevista con la CNN, dijiste que los futbolistas con más ambición y ganas de hacer gol son los que mejores imágenes dejan. ¿Te ha sorprendido alguno en este Mundial?

Pues mira, me encanta fotografiar a Son, el coreano. Es genial cómo ataca. Ataca directo. En general, los coreanos fueron un equipo muy agradable con el que trabajar. También Japón. ¿Viste las imágenes del vestuario, cuando lo limpiaron y pusieron origamis? Escribieron una nota en la que dieron las gracias. En el Mundial no es todo fútbol. Recuerdo estar esperando fuera del vestuario, la puerta estaba abierta y había un chico limpiando. Hasta tienen su propio material de limpieza.

Vivir un Mundial es una locura por todo lo que hay. Estás todo el tiempo ocupado. Mira, el chico con el que estuve trabajando en la fase de grupos, un mexicano llamado Héctor Vivas, le llamó la FIFA en uno de los días de descanso para que fotografiase un evento de un viaje de pesca. Pues bien, en ese barco iba Mario Kempes. No creo que supiera exactamente quién era Kempes (risas). Son anécdotas que recordaremos dentro de 10 años, haber salido de pesca con Kempes.

“Me encanta fotografiar a Son, el coreano”

Shaun Botterill

¿Recuerdas otro momento especial sobre el campo?

Por ejemplo, Arabia Saudí, el primer partido en el que ganaron a Argentina. Pero si tengo que resaltar alguno es Marruecos. Sabía que sería un equipo muy divertido para fotografiar, muy alegre. A veces te lo pasas tan bien fotografiando que no quieres que termine. Miras el reloj y dices ‘dios, que no se acabe, quiero otros 10 minutos’. El Mundial ha sido una locura, Mbappé marcando tres goles en la final y perdiéndola.

¿Pasas la mayor parte del partido viéndolo a través de la cámara, intentando fotografiar?

Bueno, también sin la cámara. Intentas trabajar pero también necesitas saber lo que está pasando para hacer fotos. Por ejemplo, en la final, sabías que Francia iba a presionar para intentar darle la vuelta al partido. Cuando los futbolistas están jugando bien, hacen muy buenos disparos a puerta. En la final vi de cerca ese último lanzamiento de Messi, que para Lloris antes de la prórroga. El gol de Di María no lo vi de cerca, pero es fenomenal cuando celebra, llora, y hace el gesto del corazón con las manos.

Creo que cuanto más fotografías, más aprendes lo que hacen los futbolistas y cómo reaccionan. Los jugadores tienen diferentes celebraciones. A veces es difícil seguirles el paso, porque es gente que está intentando constantemente engañar: defensas astutos, futbolistas de clase mundial... Todos los futbolistas del Mundial son increíbles, pero luego tienes un grupo de jugadores que están por encima de todo. A veces mueves la cámara para el sitio donde querían engañar al defensa. Por eso son futbolistas tan espectaculares.

“Cuanto más fotografías, más aprendes lo que hacen los futbolistas y cómo reaccionan”

Shaun Botterill

¿Has echado de menos a Cristiano? Si hay alguien con ambición y que puede dejar buenas fotos, es él.

Cristiano deja muchas fotos. Con el Real Madrid en Champions era muy divertido, ya sabes, se quitaba la camiseta y te da un montón de fotos. Por eso ese tipo de futbolistas le gusta tanto a la gente, ¿no? Siempre ha sido más extravagante que Messi. Ambos son buenos personajes. A mí me hubiera encantado fotografiar a Muhammad Ali, un increíble atleta. Campeón del mundo de los pesos pesados con un carácter descomunal. Ser así de bueno y tener ese carisma es muy raro.

Tienes muchas fotos conocidas. Por ejemplo, la de Ronaldo Nazario en el Mundial de 2002. Aparece en el campo, con ese pelado que se hizo, mirando hacia su derecha y sonriendo. ¿Qué le parece que, como fotógrafo, sea difícil encontrar al autor de una imagen tan conocida?

No me importa. Es agradable que me pregunten estas cosas, porque hay una curiosidad por el trabajo, no solo por las fotos. Es una buena forma de entender este trabajo. Mira, tuve suerte el domingo, pero detrás de esa imagen de Messi hay seis semanas trabajando con el equipo y con los fotógrafos. Algunos pueden decir que lo planean todo y bla, bla, bla. Pero siendo realistas, no es así. Es cierto que tengo que ejecutar técnicamente bien la composición y esas cosas. Pero ese es mi trabajo. El mismo esfuerzo que pongo en preparar mi trabajo es el mismo que, por ejemplo, tú has puesto en localizarme.

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Shaun Botterill/Getty Images

Para mí, lo más gratificante es que alguien quiera una de mis fotos en formato impreso. Que quieran colgarlo en la pared, en su oficina, antes que tenerla en el teléfono. Porque una foto impresa te deja ver todos los detalles y la gente se para más tiempo a mirarla. Si alguien mira mis fotos en 20 o 30 años, es lo más gratificante. Que mis amigos o mi familia quieran mis fotos impresas. Al final de esta entrevista, iré a comprar algo de cenar y nadie va a señalarme y decir ‘mira, el fotógrafo con 70 millones de me gusta’.

“Tuve suerte el domingo, pero detrás de esa imagen de Messi hay seis semanas trabajando con el equipo”

Shaun Botterill

Pero eres fotógrafo y sueles estar detrás de la cámara. Ahora estás siendo el protagonista. ¿Cómo te sientes?

Estar en este lado es terrible (risas). En todo caso, debería darte las gracias por haberte puesto en contacto porque, si escribes un artículo y pones mi nombre ahí, entonces alguien más podría darse cuenta quien sacó la foto. Quiero decir, a ti te interesó. Ahora, si alguien se lo pregunta, le será más fácil encontrarlo. Pero mi trabajo es mi trabajo, a veces puede aparecer tu nombre bajo las fotos, otras veces no.

En todo caso, este tipo de conversaciones son muy buenas para nosotros, los fotógrafos. Que no tenga redes sociales no quiere decir que tenga que ser un desconocido, ¿no? Nunca soñé que esa foto se iba a volver tan viral, no podía predecir eso. Pero bueno, creo que mi madre y mi padre estarán contentos (risas). Trabajo en Getty desde hace unos 32 años, y como fotógrafo, siendo honesto, siempre sueñas con una de estas imágenes. No porque se haya vuelto viral, sino por el hecho de, personalmente, haber tomado esa foto. De estar en el momento, de estar tan cerca de un ídolo del deporte y disfrutarlo.

¿Dirías que es tu foto más importante?

Una de las más importantes, sin duda. Son situaciones con las que sueñas despierto. Siempre piensas ‘espero que me pase a mí’. A mí nunca me había pasado con esta magnitud, y siempre me alegro cuando a los demás les aparece la ocasión. Siempre deseo buena suerte a los demás. Pero cuando te pasa y estás en esa situación, no eres consciente. Pero creo que hablar ahora contigo hace que todo empiece a cobrar sentido. Empiezo a comprenderlo mejor.

Además, me parece importante que se sepa esto, porque es un mensaje muy importante para que los jóvenes sepan que tienen una oportunidad. Eso es lo que te esfuerzas por conseguir. Cuando empiezas a trabajar, sueñas con una de esas situaciones únicas. Quizás nunca ocurra. Mira, cumplo 55 en dos días y no sé si estaré en el siguiente Mundial, porque es un trabajazo. A veces te sientas y dices, ‘no puedo más’. ¡Pero nunca se sabe! Quizás me despidan de aquí al próximo Mundial (risas). Pero necesitamos escuchar esto desde vuestra perspectiva, porque la generación joven entiende la importancia de este trabajo.

“Cuando empiezas a trabajar, sueñas con una de esas situaciones únicas”

Shaun Botterill

¿Qué le dirías a un joven fotógrafo?

Mira, si fuera un joven fotógrafo de Getty y otro fotógrafo joven hubiera sacado la foto de Messi, debería entender que el autor no puede llevarse todo el mérito porque trabajamos en equipo. Yo tuve suerte porque estaba trabajando con otra gente y confiábamos los unos en los otros para hacer el trabajo. Agradezco mucho este tipo de conversaciones por eso mismo. Tengo suerte de trabajar con un grupo de grandes fotógrafos. Hay tantos buenos fotógrafos en Getty… Tampoco podríamos hacer nuestro trabajo sin los editores de Londres. Es una locura, porque está todo el mundo involucrado, no es solo una persona. Tenemos mucho apoyo.

Si no se conoce al fotógrafo que hace la foto, imagina al editor.

Es que para que se diera la foto de Messi, han hecho falta otras muchas cosas. Mucha otra preparación. Por ejemplo, cuesta mucho dinero el equipo fotográfico para cubrir un evento deportivo. Pero insisto, es muy divertido trabajar allí. Tenemos suerte. Y parte de la diversión es el hecho de que trabajamos con personas muy diferentes de diversas áreas del mundo. Cuando las cosas se ponen un poco mal, siempre tienes a alguien para hablar. Lo diré de nuevo, hablar contigo ha sido genial y me hace entender la magnitud de todo esto.