Santiago Segura revela el percance que pudo costarle la vida: “Disfrutad de la vida”
El cineasta ha acusado el estrés y la tensión y el viernes pasado se desmayó en el cuarto de baño y sus lesiones necesitaron doce puntos de sutura.
Santiago Segura suele presumir de un gran sentido del humor y en las redes sociales comparte fotos y mensajes divertidos a menudo, pero en las últimas horas se ha alejado de esta costumbre y ha relatado el percance que ha sufrido y que le ha llevado directo al hospital. “Me gusta compartir cosas simpáticas y divertidas con mis seguidores en las redes, por eso no sabía si contaros esto... Pero realmente la vida no siempre es maravillosa y de color... Creo que está bien que sepáis que los ‘famosetes’ (por mucho que muestren sus comilonas, sus entrenos y sus estrenos) también tienen momentos chungos como todo hijo de vecino”, comenzó explicando.
Según su testimonio, en los últimos meses ha sufrido mucho por diferentes contratiempos y su cuerpo no lo ha podido soportar. “El rodaje de ‘Padre no hay más que uno 3′ ha sido especialmente complicado, la sexta ola ha traído cambios de plan, parones, retrasos e incluso la baja de algún miembro del reparto por el maldito coronavirus. La presión, la ansiedad y la tensión acumulada pasaron su factura el viernes pasado”, continuó.
“Perdí el conocimiento en el cuarto de baño y me reventé la oreja contra el suelo (o contra algo, cuando caes redondo de un desmayo ni te enteras). Me desperté en un charco de sangre. Me tuvieron que dar doce puntos. Lo bueno es que, tras salir del hospital, pude llegar al rodaje y continuarlo esta semana”, agregó. Por suerte para él, ya le han retirado los puntos y este fin de semana podrá llevar a cabo sus actuaciones en Alicante con Florentino Fernández y José Mota.
Un golpe que le ha hecho reflexionar
Santiago Segura insiste en que está “todo bien”, pero este accidente le ha hecho pensar en lo que podría haber pasado: “No puedo olvidar que, si en vez de amortiguar el golpe con la oreja hubiese caído sobre la nuca o la sien, quizás no estaría aquí contándolo”. Por eso lanza una moraleja: “Disfrutad de la vida, que cualquier día puede ser el último. Ah, y vigilad el estrés y la tensión, son armas mortíferas”.