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Sale a subasta la casa de Brad Pitt y Angelina Jolie
La mansión, ubicada en Nueva Orleans, presenta una fachada de época colonial y un interior renovado que no ha perdido la esencia de la vieja Luisiana.
De vez en cuando salen a la venta algunas propiedades que entrañan un atractivo mayor que el de lujos exóticos, modernas excentricidades o amplias llanuras a modo de jardín. Cuando una personalidad famosa ha habitado entre cuatro paredes su precio aumenta a un ritmo galopante, como si el aire del lugar fuese más caro o la cama más cómoda. Así ha ocurrido con la antigua mansión que compartieron Brad Pitt y Angelina Jolie en Nueva Orleans, que será subastada el próximo mes por un precio de partida de un millón de dólares o, lo que es lo mismo, 920.000 euros.
A grandes rasgos, se trata de una vivienda de 715 metros cuadrados levantada allá por la década de 1830, apenas tres décadas después de la salida de los españoles de la Luisiana. El aspecto que tiene es el de entonces: amplios balcones de semejantes a los de la era colonial, con una fachada que mezcla los colores vivos arriba y los arcos de medio punto en la parte baja. Desde estas bonitas terrazas se puede uno asomar a la calle y participar en la primera línea de cualquier desfile que marche frente a la puerta del inmueble.
El interior de la vivienda presenta un ligero contraste con la fachada, ya que se encuentra sumido en un inteligente estilo moderno que rompe cuidadosamente con chimeneas de mármol, escaleras de caracol, techos altos o paredes de estuco veneciano. Colmados en estos lujos se encuentran todos los huecos de una casa distribuida en siete habitaciones, que cuenta con cinco baños, que posee dos tocadores, una amplia cocina, despensa personalizada y, por si no fuera suficiente, una casa de invitados de dos plantas.
Podría bastar, pero no. La mansión suma a estas calidades un gimnasio y un taller para ejercitar cuerpo y mente. También alberga un patio interior, donde se hunde una hermosa piscina de ladrillo y se levanta una imponente fuente, y que recorre, así como el jardín exterior, un camino dispuesto con lámparas que da un toque élfico y mágico al lugar. También tiene un ascensor, por si uno se cansa de cualquiera de estas singularidades y prefiere ir directo a la cama.
Precio inicial y otros propietarios
La subasta es el intento definitivo de darle salida. La casa, ubicada en pleno barrio francés, saltó al mercado en septiembre de 2022 por 5′35 millones de dólares; a los seis meses se acometió una rebaja de 600.000 dólares, y, en la actualidad, su valor ronda los 3′5 millones de dólares.
Si bien esta fue una de las moradas de la pareja, adquirida allá por 2006, ambos abandonaron el lugar cuando su matrimonio se fue a pique, justo diez años más tarde. No lleva vacía desde entonces, ya que rápidamente fue ocupada por otro inquilino de renombre: Paul Allen, cofundador de Microsoft. También se alojó allí el ingeniero de grabación Cosimo Matassa, quien estableció entre estas cuatro paredes su estudio profesional. Aunque quizá tenga alguna más de cuatro.