CASA REAL

Sale a la venta el mítico Range Rover de la reina Isabel II

El todoterreno, que ya ha tenido dos propietarios más desde que la Casa Real lo vendiera, era uno de los vehículos favoritos de la difunta monarca.

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La Reina Isabel II de Inglaterra entrando en Ascot.

Parte del siglo XX murió en septiembre de 2022, cuando Inglaterra se tiñó de negro y el resto de países giraron la cabeza y levantaron la mano para despedir a la monarca con el segundo reinado más largo de la historia del planeta: 25.764 días en los que Isabel II acompañó el transcurso de la historia; a medida que su rostro se llenaba de arrugas y su pelo se volvía blanco, el mundo cambiaba. De 1953 a 2022 hay un reinado y millones, incontables, historias.

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Contar el patrimonio de la difunta monarca sería una tarea bíblica. De la incontable lista hay un elemento que ahora es noticia. El Range Rover era algo más que el todoterreno real; era un símbolo, una manera de entender la carretera, una insignia del poder y una huella imborrable en los caminos que sus ruedas pisaban. Este vehículo, que la reina conducía sin carnet, ha salido al mercado. Y ya busca comprador.

El coche en el que el duque llevó a los Obama

Según ha recogido Mirror, el coche fue modificado por última vez bajo el reinado de Isabel II para cumplir con su especial uso. De aquella época conserva el juego de asideros que la propia monarca utilizaba y que todavía pueden ser empleados para entrar al todoterreno; lo que no mantiene es la sirena de policía que en su día llegó a lucir.

El precio por el que ha salido al mercado ha sido de 200.000 libras esterlinas, lo que, al cambio, corresponde a unos 234.000 euros. Y la empresa que comercializa el vehículo en cuestión es Bramley Motor Cars, que ya presume de disponer en su flotilla de productos motorizados el citado Range Rover que la Casa Real comisionó para la reina.

Era tal la importancia de este todoterreno, que también tenía como lujoso conductor al marido de la reina, Felipe de Edimburgo, que fue utilizado en alguna ocasión como vehículo para visitas oficiales. De hecho, en 2016 fue conducido por el duque para transportar a Barack Obama y Michelle durante su estancia allí.

La empresa que lo comercia es consciente de su exclusividad y negocia con esta carta. “Cualquiera puede comprar un Ferrari nuevo, pero no todo el mundo puede comprar el coche de la reina”, le decía Jack Morgan-Jones, alto cargo de la citada empresa, a Sky News. El automóvil ya tuvo dos propietarios diferentes desde que fue vendido por la realeza; uno, un coleccionista; otro, “un tipo local al que le encantaba la historia detrás de él”. Y ahora busca un tercero.

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