Rubiales denunció a Miguel Lago por un monólogo en 2022: “Me pide 50.000 euros”

La vuelta a España de Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, está siendo tan ruidosa como el motor del avión en el que voló a República Dominicana. Su implicación en el Caso Brody y la sombra que sobre él ejerce la sospecha de blanqueo de capitales y corrupción, desencadenantes de la orden de detención, han terminado de dinamitar su imagen pública. Justo el día de su regreso a la península sale a la luz otro enredo judicial con él como denunciante y presunta víctima. El motivo: un monólogo.

Quien lo ha contado ha sido, precisamente, el cómico que pronunció las palabras de aquel chistoso discurso. Miguel Lago. El colaborador de Y ahora Sonsoles, que coqueteó con la fama tras sus apariciones en El club de la comedia y despuntó en Todo es mentira, ha desvelado en el formato de Atresmedia, sin medias tintas, que había recibido una querella civil por atentar contra su honor, solicitando, a su vez, y para retirarla, una compensación económica de 50.000 euros.

“Empecé a recibir unas presiones gigantescas”

Fue Sonsoles Ónega quien tiró la piedra. “Cuidado con lo que decís porque denuncia a la primera de cambio. Lo sabe muy bien Miguel Lago”, advirtió a sus contertulios la conductora del espacio. Desde su asiento, ataviado con un elegante traje y repeinado, como acostumbra, el cómico apelado: “Es la primera vez que lo voy a contar en televisión. Yo soy una de esas personas denunciadas por Luis Rubiales”.

Tras entonar la frase se hicieron necesarias las explicaciones, amén de la sorpresa. Y las dio. “Él tuvo una época en la que, cuando era presidente de la Federación, todo aquel que se manifestaba en contra de su gestión o similares, ponía a los servicios jurídicos de la Federación a trabajar a tope, que eran los que pagaban la fiesta”, daba pinceladas del contexto.

Una vez situados los presentes, así como los telespectadores, en la circunstancia, Lago detalló el quid de la demanda: “En diciembre del año 2022, en pleno Mundial, El Confidencial estaba sacando informaciones relativas a sus fiestas y de estas cositas que estamos hablando con Arabia Saudí. Yo, en el ejercicio de mi profesión, porque es a lo que me dedico, hice tres minutos de bromas sobre estos temas en el Teatro Alcázar”.

Entonces llegaron las consecuencias. “Empecé a recibir unas presiones gigantescas, hasta el punto de que, durante varias semanas consecutivas, el personal de los juzgados de Plaza de Castilla se personaba en el teatro buscándome”, recuerda, situación que se extendió hasta materializarse en términos formales: “Finalmente, llegó una carta y efectivamente el señor Rubiales me ha puesto una querella civil. El 3 de junio tenemos el juicio. Igual por esas fechas tiene lío. La querella es porque dice que yo he atentado contra su honor por hacer bromas, insisto, en el ejercicio de mi profesión, sobre todo lo conocido público sobre él”.

Sonsoles, ojiplática, preguntó que cuánto le pedía de indemnización. Y Lago, transparente como el agua, respondió que 50.000 euros. El resto de tertulianos, de piedra.

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