Rozalén: “¡No pasa nada, tenemos a Conejo!”
La artista albaceteña ha coincidido en Costa Rica con uno de los mayores ídolos de la hinchada del Albacete Balompié e integrante del histórico ‘Queso Mecánico’.
Es uno de los seudónimos más evocadores del fútbol español y que hace referencia a un club, el Albacete Balompié, que durante la primera mitad de los años 90 logró una gesta histórica y granjearse el cariño y el respeto de miles de aficionados. De la mano de Benito Floro, el equipo consiguió dos ascensos consecutivos hasta llegar a la máxima categoría y estuvo a punto incluso de disputar la Europa League, que por aquel entonces se denominaba Copa de la UEFA.
Pero más allá de la figura de su técnico, que acabaría entrenando al Real Madrid gracias al trampolín que supuso su etapa albaceteña, destacaban una serie de futbolistas humildes y desconocidos que pasaron a formar parte de la historia de la entidad y, por qué no decirlo, también del futbol español.
‘Catali’, José Luis Zalazar, Coco, Menéndez, Antonio o Delfí Geli son algunos de ellos, aunque también sobresale la figura de un portero costarricense que se hizo enorme bajo los palos: Luis Gabelo Conejo. El guardameta despuntó en el Mundial de Italia (1990) con su país y se ganó el derecho de dar el salto al fútbol europeo convirtiéndose en uno de los ídolos de aquella época en el Alba. Y años más tarde sería igualmente el principal artífice de la llegada de Keylor Navas también al equipo manchego.
Y para muestra de la huella que dejó en su etapa en el ‘Queso Mecánico’ solo hay que recurrir a lo sucedido con María Rozalén, la artista albaceteña que precisamente se encuentra en Costa Rica y que recibió una sorpresa más que emocionante, como refleja en el vídeo que ha compartido en sus perfiles sociales.
“Bueno, queridos albaceteños, nos hemos encontrado a alguien muy especial en Costa Rica. Estamos con Conejo”, compartía una Rozalén feliz. “Vean la ilusión que me da estar con una gran artista y un portero en proceso que se dedicó a la música”, aseguraba el mítico excancerbero del Alba en referencia a Tete, miembro de la banda que acompaña a Rozalén.
“Les mando un gran abrazo y un beso muy grande. Estoy muy feliz de estar aquí con nuestros manchegos. Les recuerdo y les quiero mucho”, se despedía Conejo. “Qué maravilla”, decía Rozalén, que entonaba el mítico cántico que la hinchada albacetista le dedicaba al guardameta. “¡No pasa nada, tenemos a Conejo!”.