Roban las joyas de la boda de Tamara Falcó en un atraco en plena A-6

La boda que celebrarán Tamara Falcó e Íñigo Onieva el próximo sábado ha vuelto a encontrarse con un nuevo contratiempo. Después de todos los vaivenes que ha sufrido su relación a lo largo del último año, los problemas con el vestido y los rumores sobre una nueva infidelidad, el último episodio es, posiblemente, uno de los más traumáticos. Las joyas que iban a llevar parte de la familia del novio fueron sustraídas en un robo de película.

Según ha contado en El Debate el periodista Nacho Abad, los joyeros que tenían las alhajas iban con un coche de alta gama por la A-6 en dirección a La Coruña el pasado jueves a las 21:30. Su destino final era Valladolid, el lugar en el que residían. Lo que no advirtieron es que desde su salida del establecimiento que regentan en Madrid les seguía un coche muy de cerca.

En el kilómetro 23, a la altura del término municipal de Las Rozas, los joyeros vieron como un coche se ponía a su altura con unas luces similares a las de los vehículos de la policía. El copiloto, además, les hizo una seña para que se retirasen a un lado de la carretera mientras que el conductor directamente les cerró el paso en la carretera. Los dos automóviles quedaron parados en una vía de servicio.

Armas de fuego y punzantes

Los joyeros se quedaron sorprendidos por la escena que acababan de presenciar. Según Abad, iban a la velocidad exacta permitida y no habían incumplido ninguna norma de seguridad vial, por lo que la agresividad de la maniobra supuestamente policial no parecía justificada. De repente, tres personas con chalecos de la policía bajaron del coche. Mientras uno rajaba las ruedas del vehículo de los joyeros para impedirles escapar del lugar, otro apuntaba con una pistola al conductor para que le abriese.

Una vez abierta la puerta, el ladrón les pidió a los joyeros a gritos que le dieran el maletín con las joyas. “Collares, pendientes, brazaletes y pulseras de estilo antiguo”, según El Debate, que podrían superar los dos millones de euros de valor. Conseguido el botín, los cacos huyeron a toda velocidad sin poder precisar cuál fue su destino.

Investigación de la Guardia Civil

De forma inmediata, los joyeros llamaron a la Guardia Civil para denunciar los hechos y recibir asistencia en carretera. Ahora son estos los encargados de una investigación en la que, por el momento, no hay detenidos ni se ha podido determinar el móvil exacto del delito. “No está claro si el asalto fue premeditado o si, por el contrario, su coche de alta gama llamó la atención a los ladrones”, matiza Abad.