Ramón García explota tras el corte de una espectadora: “Estoy hasta las pelotas”

Ramón García ha vivido en las últimas horas un incómodo momento en ‘En compañía’, el programa que presenta para Castilla-La Mancha Media. El popular presentador estaba dispuesto a regalar un jamón a una espectadora que cogiera el teléfono y hablara unos minutos con él, pero lo que no esperaba es encontrarse con un sonado corte y con la señora colgándole el teléfono.

El vasco pensó que la mujer había podido creer que se trataba de una broma y por eso colgó, por eso animó a sus compañeros a volver a llamar. Sin embargo, con lo que se encontró fue con otro corte que terminó por hacerle explotar ante lo que consideraba una mala educación.

“Buenas tardes, señora. Disculpe que la moleste. Soy Ramón García, le llamo del programa de televisión ‘En compañía’”, comenzó expresando el bilbaíno. Rápidamente llegó la respuesta por parte de su interlocutora: “Déjenme de tonterías, por favor”, espetó entre risas. “Venga hombre, váyase usted a tomar viento fresco”, añadió antes de colgar el teléfono.

Cariacontecido, Ramón García pidió a sus compañeros que la llamaran otra vez porque “igual pensaba que era una broma o algo”. Cuando conectaron de nuevo con ella, el presentador trató de explicarle la situación: “Señora, que no cuelgue que no es broma, que somos nosotros, de la tele”, expresó. “¡Que me da igual! Que a mí no me interesan las tonterías estas”, gritó haciendo explotar definitivamente al conductor del programa. “A mí tampoco me interesa usted. Adiós, adiós, maja”, comentó en un primer momento.

El contundente mensaje de Ramón García

Una vez que se cortó la conexión, continuó: “Qué gente maleducada hay. Hay gente maleducada, macho. ¡Qué asco! Qué gente más maleducada. Es que hay gente faltona y maleducada, coño. Con todo el cariño y con todo el respeto... ¡Váyase a tomar por culo, hombre! Estoy hasta las pelotas de gente maleducada. Si la gente es educada, somos educados. Si son maleducados, nosotros también”, declaró. Antes de terminar, se señaló la camiseta en la que aparecía una peineta y se la dedicó a la espectadora: “Señora, mire”. Eso sí, ante la insistencia de su compañera, finalmente pidió disculpas por si había pillado a la mujer en un mal día.