¿Quién es Susana Ballesteros, la voz del GPS?
Es una de las voces más reconocidas del mundo, aunque también es una de las grandes desconocidas, puesto que no todo el mundo conoce su verdadera identidad.
Más allá de las principales voces que acaparan los principales programas radiofónicos, hay una voz que nos resulta más familiar que la de nuestros propios amigos y conocidos, sin ser precisamente conocida. Hablamos de Susana Ballesteros, y a pesar de que su nombre no nos suene, su voz guía a millones de personas por todo el mundo, puesto que es la encargada de dar voz a los navegadores que empleamos en nuestros vehículos, razón por la que se le conoce como “la voz del GPS”.
Una gallega buscando su sueño en Estados Unidos
Es mujer española, gallega, vive en Los Ángeles desde hace 15 años, y además de su dedicación al GPS por la que su voz es mundialmente conocida, también es periodista, locutora y cantante. De hecho, hace unas semanas lanzó su primer videoclip, titulado ‘Ya me cuido yo’. Curiosamente es ella la que ‘cuida’ de millones de usuarios que confían en el GPS para llegar correctamente a su destino, aunque también a más de uno le haya jugado una mala pasada.
Su voz es su principal fuente de ingresos, y es que además del GPS y las dedicaciones citadas, también hace doblajes en series internacionales y da voz a algunos de los personajes de ficción más conocidos. Su identidad no ha trascendido hasta las últimas fechas, cuando Eva de Dominici, cuñada de Penélope Cruz, la desveló en redes sociales fruto de su gran amistad: “Ella es Susana, mi amiga española. Ustedes ya la conocen. Es la voz de un GPS muy famoso, ¿les suena?”, escribió.
“Sí, les juro que es ella, ‘la gallega’ que os guía. Pero, además, está lanzando su primer videoclip y yo estoy muy orgullosa. Síganla. Y en 200 metros, gire a la derecha”, sentenció con un gran sentido del humor promocionando su último trabajo. Susana Ballesteros tiene 40 años y vive en Los Ángeles con su pareja, Gerardo, a quien conoció en el país norteamericano y que es argentino. Su decisión de cruzar el charco estuvo motivada por un sueño: “Siempre me interesó trabajar con la voz y el doblaje, pero me parecía que en mi país era un círculo muy cerrado, era difícil”. Tres días después de llegar a Estados Unidos, conoció a su marido, y “el resto, es historia”; y en esa historia llegaron dos niñas de ocho y seis años.
Después de haber conseguido el éxito, ahora apunta alto con su carrera musical: “Hasta que yo no sea como Christina Aguilera, no merezco llamarme cantante. Aprendí que cantar es expresarse y que cada uno tiene su estilo”, reconoce sobre su ánimo de cantar, descubriendo su gran don de la voz.