Quiebra la empresa de los Middleton, suegros del príncipe Guillermo
Party Pieces, la empresa que hizo ricos a Michael y Carole Middleton, los padres de la princesa de Gales, debe más de tres millones de euros.
Party Pieces fue el movimiento clave de Carole Middleton gracias al que hoy su hija, Kate Middleton, está destinada a ser monarca del Reino Unido. Y es que el inesperado éxito empresarial de la madre de la princesa de Gales aupó en estatus e ingresos a su familia, hasta el punto de que sus tres hijos pudiesen estudiar en los colegios y universidades más exclusivos del país.
En la Universidad de St. Andrews fue donde Kate Middleton conoció al príncipe Guillermo, con quien se casó hace más de una década y quien ocupa hoy el puesto de heredero al trono cuando Carlos III fallezca o abdique.
Fundada en 1987 desde la cocina de su casa, tras buscar artículos de fiesta para celebrar el quinto cumpleaños de Kate, la compañía, dedicada a los suministros para fiestas infantiles y nacida en la época preinternet, hizo millonarios a los Middleton, pero hoy se encuentra en la quiebra.
Una quiebra que tuvo lugar el pasado mes y que dejó una deuda por encima de los tres millones de euros (entre facturas impagadas e impuestos no satisfechos), tras sufrir un duro golpe por culpa del cerrojazo vivido durante la pandemia de la covid-19.
Los orígenes de los Middleton
Carole Middleton comenzó con este idea con 32 años, tras dar a luz a James, el tercero de sus hijos, después de Kate (1982) y Pippa (1983). “Sentía que no había conseguido nada en la vida, me casé con 25 y tuve a Kate con 26″, contó en su día a The Telegraph. Por aquel entonces ella trabajaba como azafata en British Airways, donde conoció a su esposo, quien era despachador de vuelos, hasta que años más tarde dejó también su trabajo para ayudar a su mujer en la empresa familiar.
En esta compañía llegaron a trabajar también sus tres hijos. La futura reina, de hecho, se encargaba de las fotografías que subían a la web, una afición de la que todavía hoy disfruta y de la que hace gala con los retratos familiares que comparte La Firma. También Pippa ayudó en blog.
Una Party Pieces que les aupó en lo económico y gracias a la que pudieron también adquirir importantes propiedades inmobiliarias, incluida una mansión de estilo georgiano en Bucklebury Manor, cerca de Windsor y un piso en el lujoso barrio londinense de Chelsea.
Tras los malos números por las consecuencias de la pandemia, en mayo tuvo lugar el concurso de acreedores y fue vendida a James Sinclair, un hombre que empezó como animador de fiestas infantiles y ahora cuenta con varios negocios para el sector infantil.