Quentin Tarantino elige la película que marca un antes y un después: “No hay forma de hacerla mejor”

Todo el mundo tiene una opinión. Y en lo que se refiere al séptimo arte es complicado llegar a un consenso sobre ciertos aspectos subjetivos. Más cuando se trata de dilucidar cuál es la mejor película de la historia porque hay grandes cintas de distintos géneros que bien podrían optar a ese título honorífico.

Pero Quentin Tarantino lo tiene claro al elegir Tiburón como una película que perfectamente podría ser merecedora de semejante distinción. Es posible que incluso el mismo cineasta, que también es autor de inolvidables cintas como Pulp fiction, sea consciente de que en términos generales su afirmación pude ser controvertida, pero su justificación ofrece una nueva perspectiva.

“Tal vez no sea la mejor película, pero es la película mejor hecha porque demuestra lo mal sincronizadas que estaban las películas que se publicaron antes de Tiburón”, relata Tarantino en el podcast ReelBlend. “No hay forma de hacerla mejor”, zanja el director.

Y lo cierto es que Tiburón, que está considerado como el primer blockbuster moderno, es un clásico del cine que en su momento fue una cinta merecedora de tres Oscar, aunque no el de mejor película, galardón que recayó en 1976 en la no menos mítica Alguien voló sobre el nido del cuco.

Tarantino, además del trabajo de Spielberg, también menciona a otros directores como George Lucas, Martin Scorsese o Francis Ford Coppola que fueron capaces de cambiar las reglas del juego para siempre gracias a películas como Star Wars, Taxi Driver o El Padrino. Pero Tiburón marcó un antes y un después.