MUNDIAL 2022

“¿Qué miras, bobo?”: la frase de Messi que aparece en un monasterio del siglo XVI

Pedro Rodrigues acuñó la expresión más viral del futbolista argentino en el monasterio de Samos, en la provincia de Lugo, en un medallón a modo de broma.

“¿Qué miras, bobo?”: la frase de Messi que aparece en un monasterio del siglo XVI

Con la tensión de lo sucedido sobre el césped del Estadio Lusail todavía candente, Leo Messi pronunció una de las frases más virales del Mundial de Qatar al futbolista holandés Wout Weghort. “¿Qué miras, bobo?”, le espetó a su rival en plena zona mixta mientras atendía a un medio de comunicación argentino. Una expresión que rápidamente se viralizó en las redes sociales hasta el punto de descubrir una de las casualidades más sorprendentes de la historia del fútbol.

Y es que resulta que esas mismas palabras que articuló el destacado como mejor jugador del torneo aparecen escritas en un medallón del monasterio de San Julián de Samos (Lugo), un edificio fundado en el siglo VI que fue reconstruido en el siglo XVI tras un incendio. Su autor fue el cantero Pedro Rodrigues.

La obra de arte recoge la expresión de forma circular en un ejemplo de lo que se conoce como “picaresca medieval”. Al parecer, tal y como detalla la web del que es el monasterio más antiguo habitado en la actualidad en España, Rodrigues pretendía con estas palabras bromear con los visitantes para instarles de esa manera a adentrarse en su interior.

En pleno Camino de Santiago

El lugar en el que se encuentra el medallón de referencia yace en las orillas del río Sarria y es uno de los templos que se pueden visitar en pleno Camino de Santiago Francés. De hecho, los peregrinos tienen incluso la posibilidad de pernoctar en un albergue que se encuentra en las dependencias del monasterio a cambio de la voluntad.

También se puede llegar a la abadía por carretera en un trayecto de unos 45 minutos partiendo desde Lugo hacia el sur de la provincia. Las visitas turísticas cuestan cinco euros que van destinados al mantenimiento del edificio y de la comunidad que reside en él. Por supuesto, en el precio va incluido el visionado de un medallón que ya anticipaba hace unos 440 años uno de los momentos más icónicos de la historia de los Mundiales.