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Qué fue de Yuyee, la exmujer de Frank Cuesta que pasó 6 años en una cárcel tailandesa
Quien fuera encarcelada por una presunta trama corrupta ha vuelto a abrazar el amor, hace las veces de influencer e imparte clases de relajación.
Ya era una estrella en Tailandia antes de que en España saltase a la fama por la injusta condena por tráfico de drogas que la llevó a pasar más de un lustro detrás de los barrotes de una insalubre prisión de su país natal. Era 2014. Quien puso el grito en el cielo para denunciar su situación fue Frank Cuesta, su expareja desde hacía dos años y eterno acompañante, que reivindicó una y otra vez la trama de corrupción que había terminado con su amada acatando una condena de 15 años de cárcel y una multa de 1′5 millones de bahts (45.000 euros) sin rastros ni evidencias. Seis años y medio después fue puesta en libertad por falta de pruebas.
Su vida fue diferente una vez volvió a probar la libertad, sus carnes y su mente no podían terminar de cicatrizar un episodio tan traumático que no se pierde ni en el olvido. En 2023 Frank Cuesta acudió a El Hormiguero para hablar, entre otras cosas, de su proyecto en redes sociales y el inesperado auge de visitas que le había acompañado; frente al de Requena confesó, sin medias tintas, cómo era la realidad de una Yuyee que, poco a poco, abandona el mal recuerdo de la penitenciaría tailandesa.
De las “taras” iniciales a una vida de influencer
“Tiene un montón de taras. Está bien, pero le han quedado muchos miedos, eso se queda siempre. Durante un tiempo tuvo problemas para dormir en una cama, por ejemplo, pero se ha adaptado rápidamente por los niños”, explicaba el aventurero, que incidía en los diferentes caminos que han tomado ambos y el cariño que se tienen: “Ella tiene ya su vida y yo vivo todavía allí porque tengo a mis animales, incluida Chispas”.
Pese a que “se asustaba cada vez que escuchaba un avión, cada vez que iba al aeropuerto, cada vez que veía a un policía”, Cuesta aseguró que ha logrado rehacer su vida, tomando él la mejor decisión posible para garantizar un espacio que ha resultado ser clave para Yuyee. “Yo me evaporé. A mí me dijeron los psicólogos que lo mejor era dejarla sola con los niños y eso hice”, cuenta, aludiendo a los pequeños Zape —Zipi falleció a los dos días de nacer—, Zorro, Zen y Pepsi, retoños frutos de su relación. Volver a ser madre, dijo, “le ha venido muy bien”.
Lo cierto es que la nueva vida de Yuyee no tiene nada que ver con la que compartía con el ahora creador de contenido español. Ambos colocaron las primeras piedras del refugio de animales que Cuesta enseña en cada uno de sus vídeos, pero su vida, aunque no ha abandonado esta faceta, se ha entregado a otro tren completamente distinto: ha retomado la fama que ya vivió en su día, cuando logró colarse en el top 5 de las listas de música de Tailandia, de una forma zen y diferente.
Yuyee es influencer, acumulando más de 47.000 seguidores en su perfil de Instagram, se autodefine como artista, pasa no pocos días en el gimnasio e imparte clases de relajación. Además, se ha reencontrado con el amor tras iniciar una relación junto a un tal Chris Korn con quien compartía el pasado 3 de abril una foto agarrando su mano. “Las almas hablan sin palabras... pueden llegar dentro de humanos, animales y espíritus”, dejaba por escrito.
Lejos quedan aquellos 5 miligramos de cocaína que torcieron su vida, quién sabe si por acción externa o simple y compleja mala suerte. Yuyee es hoy alguien diferente, unida a la mejor versión de su pasado y que sonríe, ante todo, como sólo sonríe quien se sabe recuperador de un futuro que un día aciago amenazó con derrumbarse.
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