Penélope Cruz celebra su 50 cumpleaños junto a Javier Bardem en un concierto de Bad Bunny

Hay quien opta la felicidad como exaltación comedida y quien entiende que, de mostrarse, debe ser con todo su esplendor. Penélope Cruz es de las segundas. La actriz española, cuatro veces nominada al Oscar y una de ellas vencedora, es una de las referentes del séptimo arte patrio, puesto que regenta desde hace más de una década —y que se tornó todavía más icónico al enlazarse en matrimonio con otro de los grandes intérpretes del país, también ganador de una estatuilla dorada, Javier Bardem—, ha cumplido 50 años.

Medio siglo de vida que ha celebrado con su marido en el concierto que Bad Bunny ha dado este sábado en Nueva York. Sin filtro, eléctrica; ella misma ha difundido a través de redes sociales los mejores momentos de una velada que difícilmente olvidará y que ha permanece en la memoria de todos sus seguidores por algunas peculiaridades que hacen de este un cumpleaños diferente.

Del baile de Bardem a la presencia de Residente

Pletórica, sombrero vaquero de color blanco con luces y chaleco de ante marrón claro, camel, hacen de su presencia en el Barclay’s Center de Brooklyn un raro flashback de un empolvado western. Bardem sujeta el móvil y ella baila, baila, baila. Sin parar. Luego Bardem se enfoca a sí mismo y hace con la cabeza el movimiento que las palomas repiten sin pensar y que sólo hacen los humanos cuando sienten que la música se apodera de sus músculos. Sonaba La Jumpa.

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Cerca de ambos, otro artista puertorriqueño. Residente. Hacia él se giraba la actriz para bailar otra de las canciones que Bad Bunny entonaba desde el escenario, que quedaba muy abajo en comparación con el palco donde se situaban Penélope y compañía. El caso es que el ritmo se metió por las venas de la intérprete, que empezó a moverse melódicamente, y también lo hizo René, que agitaba las manos desde su asiento con una sonrisa imborrable en su rostro. “Residente baila sentaoooo”, escribió Cruz junto al vídeo.

La amistad que une a la actriz y al cantante dio pie a una colaboración hace escasas semanas, fruto de la cual nació 313, tema que cantan ambos (ella, además, también aparece en el videoclip) junto a Sílvia Pérez Cruz y que está dedicado a su amiga fallecida Valentina, una violinista cuya historia se encuentra tras los versos de esta canción.

Además de las escenas en la grada, Penélope Cruz también tuvo la oportunidad, misma suerte para Javier Bardem, de encontrarse con Bad Bunny detrás del escenario, lejos de los focos. La foto en la que los tres sonríen es la mejor definición de un cumpleaños que la actriz española difícilmente olvidará.

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