TELEVISIÓN

Paz Padilla se compra un ataúd en Ghana: “¡Qué mal rollo!”

La humorista y su hija, Anna Ferrer, estrenaron ‘Te falta un viaje’ y viajaron al país africano para conocer sus tradiciones y costumbres relacionadas con la vida y la muerte.

Paz Padilla se compra un ataúd en Ghana: “¡Qué mal rollo!”

Te falta un viaje aterrizó este miércoles en la parrilla televisiva de Cuatro. Paz Padilla y Anna Ferrer, protagonistas de este formato, viajan a rincones del mundo para adentrarse en otras culturas y así conocer sus tradiciones y costumbres relacionadas con la vida y la muerte. Ghana fue el primer país que visitaron. Madre e hija asistieron a un funeral en Bawjiasi que acabó con un baile, aunque se derrumbaron al recordar la figura de Antonio Vidal, marido de la humorista.

“Nunca se supera esto, pero aprender a convivir con ello. Puedes despedirlo sin angustia y sin dolor y recordarlo con amor porque no se acaba”. Padilla compartió las críticas que recibió por prepararse un monólogo en el funeral de su esposo. “Estaban allí llorando desconsoladamente. Preparé un monólogo en homenaje a él, a su vida, que vamos a estar tristes por su ausencia, pero su vida ha sido plena y muy bonita (...) Sabes que yo quise que todo el mundo bailáramos. Mucha gente no lo entendió. Es lo que yo quise, celebrarlo así”.

“Quiero comprar un ataúd. Si compro uno, ¿me lo mandáis a España?”

Una vez finalizada la ceremonia, Anna Ferrer aseguró sentirse muy incómoda por lo que había presenciado debido a la impresión del momento. “No podía ni respirar por la ansiedad. Impresiona mucho. Hemos llegado, todo el mundo mirando, diluviaba. Lo pienso y me falta el aire”. Seguidamente, Paz Padilla animó a su hija para que visitar a un artesano que se dedica a la fabricación de ataúdes. La presentadora manifestó sus intenciones de comprarse un féretro personalizado con distintivos de su querida tierra.

Quiero comprar un ataúd. Si compro uno, ¿me lo mandáis a España? Quiero algo típico de Cádiz”. El precio inicial de una caja era de 10.000 dólares. Una cifra que no gustó a la humorista. “¡Es carísimo!”. El regateo empezó a coger protagonismo y Padilla sacó a relucir sus grandes habilidades para alcanzar la oferta ideal. El comerciante rebajó hasta los 3.000 dólares, aunque finalmente cedió hasta los 1.800 dólares. Las compradoras quisieron probar su compra, y para ello se metieron en el ataúd que parecía una ratonera. “Qué mal rollo…