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París en dos días: qué ver, dónde comer y mejores planes para disfrutar de la ciudad

La capital francesa es uno de los destinos turísticos por excelencia en el continente europeo y la final de la Champions League es una gran excusa para disfrutarla.

París en dos días: qué ver, dónde comer y mejores planes para disfrutar de la ciudad

Este sábado, a partir de las 21 horas, se disputa en el Stade de France de París, la final de la Champions League entre el Liverpool y el Real Madrid. Una ocasión inmejorable para disfrutar, además de uno de los espectáculos más apasionantes del deporte mundial, de una ciudad que ofrece a sus visitantes algunos de los lugares más mágicos que se pueden encontrar en el continente europeo.

Ya sea porque se tiene la oportunidad de asistir al encuentro o por un viaje de placer, París es una de esas ciudades que conviene saborear recreándose en sus numerosos encantos. Pero si se dispone de poco tiempo también es posible recorrer sus principales monumentos, jardines, museos o arterias comerciales, e incluso dejarse arrastrar por su sorprendente vida nocturna, con un mínimo de organización.

Civitatis comparte un completo itinerario de 48 horas con el que exprimir al máximo la visita. Suponiendo que la llegada se produzca a primera hora de la tarde, para empezar, nada como la Torre Eiffel, el símbolo de París, para una inmejorable primera toma de contacto. La mejor impresión se produce llegando en metro a la parada Trocadero, desde donde se aprecia la magnitud de la torre y los Campos de Marte, el jardín donde se asienta.

Después de la visita, el Barrio Latino es una gran alternativa para cenar (tomando el RER en Champs de Mars – Tour Eiffel y bajando en Saint-Michel – Notre Dame) y tomar una copa. Aunque también se puede optar por dar un paseo para ver los monumentos iluminados. Cruzando a la Île de la Cité desde el Barrio Latino por cualquiera de los puentes del Sena se llega a Notre Dame.

Día muy intenso

Con un día completo por delante, se puede completar un itinerario desde Los Inválidos hasta Montmartre. Si se inicia la ruta a las 10 horas y se finaliza a las 20 horas, hay unas 3 horas de paseo a pie y 7 horas para ver o hacer lo que se prefiera. En Los Inválidos (las paradas de metro más cercanas son Invalides, Varennes y La Tour-Maubourg) se encuentra la tumba de Napoleón y el Museo Rodin está también en los aledaños.

Cruzando la explanada de Los Inválidos se llega al puente de Alexandre III, el más bonito de París. Siguiendo recto se pasa entre el Grand Palais y el Petit Palais. Este último, de entrada gratuita, tiene una bonita decoración y un patio bastante interesante. Continuando por la Avenida Churchill se llega a los Campos Elíseos, divisando el Arco del triunfo a mano izquierda, que ofrece también unas espectaculares vistas de París.

La capital gala tiene muchos rincones por explorar.
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La capital gala tiene muchos rincones por explorar.Civitatis

Retrocediendo por los Campos Elíseos y tras caminar algo más de media hora, nos encontramos con la Plaza de la Concordia, donde se ubica el obelisco de Lúxor. Desde el centro de la plaza podréis ver al oeste los Campos Elíseos, al este los Jardines de las Tullerías, al sur la Asamblea Nacional y al norte la Iglesia de la Madeleine. En esa dirección está la Rue Royale, una de las calles comerciales más famosas de París. Siguiendo Saint Honoré se llega a la Plaza Vendome, presidida por la famosa columna copia de la de Trajano, en Roma.

Saliendo de la plaza por el mismo camino y siguiendo rectos están los Jardines de las Tullerías y otro clásico parisino, el Museo del Louvre. Tomando la Avenida de la Ópera, calle comercial que fue construida por Napoleón III, se llega hasta el Palais Garnier y próximo a él se encuentra el Boulevard Haussmann, donde se hallan las Galerías Lafayette y Printemps, dos grandes almacenes para presupuestos poco ajustados. El Hard Rock Café y el Museo de Cera Grévin también se encuentran en la zona.

La siguiente parada es Montmartre, para llegar se puede tomar el metro (Blanche) o caminar por la Rue Montmartre hasta llegar a la plaza Blanche, donde se encuentra el mundialmente conocido Moulin Rouge. El Boulevard de Clichy es una zona bohemia con bastante vida nocturna y tiendas desde donde se puede llegar al Funicular de Montmartre. Una vez en la parte alta, la Basílica del Sagrado Corazón y la Plaza du Tertre son visitas obligadas. La también conocida como Plaza de los Pintores es uno de los mejores lugares de París para cenar tranquilo a un precio económico e ir pensando en descansar tras un ajetreado día.

El colofón

En el segundo día las visitas se concentrarán durante la mañana. Notre Dame, en plena reconstrucción tras el dramático incendio que la consumió es una parada obligatoria y al salir del monumento, girando por la Rue de la Cité, se llega a la Place Louis Lépine, donde se celebra todos los días el mercado de las plantas. Si la visita es en domingo, también hay puestos de pájaros.

La visita a Notre Dame es obligada.
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La visita a Notre Dame es obligada.Civitatis

Tomando el Boulevard du Palais y cruzando el Puente de Saint Michel llegaréis al Barrio Latino, Recorriendo el animado Boulevard Saint-Michel se llega a la Rue Soufflot, donde se encuentra el Panteón, otra de las visitas imprescindibles en París. Retrocediendo de nuevo por la Rue Soufflot se alcanzan los Jardines de Luxemburgo, los más bonitos de París. El propio Boulevard Saint-Michel es un buen lugar para comer.

Y si aún queda tiempo, se puede visitar el Museo de Orsay, en la orilla sur del Sena. Si ese tiempo extra incluye la posibilidad de estar algún día más en París, además de repetir visita a alguno de los lugares mencionados, el Palacio de Versalles, el Museo du Quai Branly, la Defensa, Disneyland o las Catacumbas son algunas de las paradas más recomendables para completar una inolvidable visita a la ciudad de la luz.