Ni nieve ni casas europeas: estos son los fallos históricos que cometes al montar el Belén

Aunque muchas familias celebran la Navidad atendiendo a cuestiones alejadas de lo religioso, lo cierto es que la tradición no es sino la celebración del aniversario del nacimiento de Jesús de Nazaret. Es por ello por lo que, entre elementos decorativos aparentemente paganos, como el árbol de Navidad, las guirnaldas o las luces; destacan también otros claramente cristianos, como el Belén o la tradición de los Reyes Magos.

Existen diferentes tipos de Portales de Belén. Los hay más caseros, con tan solo las figuras típicas de San José, la Virgen María, el buey, la mula y algún que otro pastor; mientras que también existen auténticas virguerías de varios metros de longitud con ríos en circulación, nieve o el famoso ‘caganer’.

Especialmente los más grandes tienen más complicado no caer en una serie de errores típicos en este punto del globo terráqueo. Por ejemplo, la nieve es harto improbable que represente el momento real del nacimiento de Jesús, pues no es muy frecuente ese fenómeno meteorológico en Jerusalén. De hecho, la última fuerte nevada en Israel fue en 2023 y no había precedentes desde 116 años antes.

Tampoco es muy real la presencia de animales como cerdos en los campos de alrededor al portal. Básicamente porque en el judaísmo no se podían ni consumir ni criar. Tampoco había vacas (salvo una variedad muy delgada) ni pavos. Ni tan siquiera, centrándonos ahora en la arquitectura, existían casas ‘a la europea’, pues las edificaciones eran mucho más rudimentarias. Iglesias cristianas, por supuesto, tampoco había.

La realidad de los Reyes Magos

Una de las invenciones más extendidas con el paso de la tradición es que Baltasar era un rey de raza negra. Nada más lejos de la realidad, pues hace 2024 años era totalmente impensable que un hombre negro pudiera tener tanto poder en Oriente Medio. Básicamente, la etnia del tercer rey mago fue una invención para llevar el cristianismo por todo el mundo.

Melchor, Gaspar y Baltasar tampoco llevaban una capa de armiño, como se les representa en la actualidad. Ese telar no es, en absoluto, típico de la zona de Palestina, por lo que ha sido una introducción fruto del paso del tiempo.

Solo en belenes más grandes aparece un puestecito de frutas y verduras que tampoco se corresponde con la realidad, pues la mayoría de los cultivos fueron descubiertos y traídos a Europa después de la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492.

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