Atlético - Real Madrid

El bar más madridista que está a las puertas del Metropolitano y ha conquistado el corazón atlético: “Aquí el que entra ya no sale”

A pocos metros del estadio Metropolitano se encuentra el bar Akelarre, la pequeña aldea madridista que resiste el empuje de los atléticos en su propia casa.

Joaquín sirve cerveza en la barra del bar Aquelarre. FOTO:
Mariano Tovar
Empezó a trabajar en AS en 1992 en la producción de especiales, guías, revistas y productos editoriales. Ha sido portadista de periódico, redactor jefe de diseño e infografía desde 1999 y pionero en la información de NFL en España con el blog y el podcast Zona Roja. Actualmente está centrado en la realización de especiales web e historias visuales
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En la calle Nicolasa Gómez, a unos 600 metros del estadio metropolitano, se encuentra el Bar Akelarre, un templo del madridismo. El bar nació en 1986, pero desde que en Atlético se trasladó a su nuevo estadio en 2017, Joaquín, el irreductible madridista, resiste como la aldea gala de Asterix a los romanos.

El propio Joaquín cuenta que “cuando el atlético se trasladó, me amenazaron y no abría el bar los días en que el Atlético jugaba en casa”. Pero su historia saltó a los medios y su mujer, María, tiene el corazón rojiblanco y se ganó el del resto de aficionados a su equipo. “Me han regalado siete camisetas del Atleti”, dice orgullosa. Así que poco a poco los nuevos vecinos no solo le aceptaron, sino que convirtieron el Bar Akelarre en un punto de encuentro antes de ir al estadio. “Tres horas antes del partido el bar se llena de atléticos. Cuando van al estadio, llegan los madridistas para verlo aquí en la tele y nunca ha habído peleas ni conflictos”, cuenta Joaquín.

El bar está empapelado de puro madridismo, “muchas veces han intentado que pusiera una bufanda del Atlético, pero les digo que no y lo entienden”. “Tenían que haber llegado 10 años antes”, dice Joaquín. “No sólo es que el bar esté lleno, es que el ambiente los días de partido es increíble”. “Los atléticos hasta me hicieron en el bar el paseíllo del título de Liga que no hicieron a los jugadores en el Metropolitano”.

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Joaquín, que tiene 74 años, y María llevan tiempo pensando en traspasar el bar y retirarse, pero siempre acaban retrasando el plan. Les pasa lo mismo que a los atléticos: “Aquí el que entra ya no sale”.

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