Claris.Persan (Comiéndome Madrid): “He renunciado a dinero porque no me ha gustado el sitio”
La creadora de contenido especializado en gastronomía atiende a AS después de varios años de crecimiento imparable en las redes sociales.
En un mundo en el que la sociedad cada vez demanda más en menos tiempo, los creadores de contenido en las redes sociales han sido quienes, posiblemente, hayan conseguido sacarle mejor partido a este nuevo paradigma. Ya nadie mira los mapas de carreteras para encontrar recomendaciones gastronómicas, sino que la gente acude a Instagram o TikTok en busca de esa hamburguesería de confianza o esa pizza italiana bien crujiente.
Clara Pérez (Claris.Persan / Comiéndome Madrid) es la responsable tras uno de estos perfiles. La joven madrileña creó un perfil como afición durante la pandemia y, tras cuatro años, tiene 127.000 seguidores en Instagram y más de 15.000 en TikTok. Pocos rincones de la capital se le resisten, como demuestra en esta entrevista con AS.
¿Cómo empieza una estudiante de Periodismo e Historia con una cuenta de Instagram basada en comida?
Todo empieza porque me gusta comunicar, y al final esto es hacerlo. A ello se suma que mis amigos son unos pesados y siempre me preguntaban sitios para comer por ahí. Lo tomé como una evasión durante la pandemia y fue mi afición para volver a la realidad. Empezó sin ninguna expectativa más allá de subir cosas de vez en cuando, sin ninguna frecuencia ni objetivos. Un año me propuse subir uno por semana y, a partir de ahí, el restaurante Williamsburg me dio la oportunidad de colaborar con otros creadores de contenido sin tener apenas 1.000 seguidores.
¿Es ahí donde siente que cambia todo y la cuenta deja de ser una simple afición?
No, cambia con el cambio de mentalidad. En enero de 2022 decidí empezar a subir vídeos más constantemente y organizándolos. 2 o 3 meses después me escribió el restaurante para hacer una colaboración anual con 5 o 6 creadores de contenido. Me sirvió para hacer piña y grupo con ellos, además de para darme mucha exposición.
De repente, al algoritmo de Instagram le empiezan a gustar sus vídeos y la cuenta se dispara.
Yo empecé haciendo posts, pero el cambio que me dieron los reels me permitió mejorar mucho. La subida de seguidores es una locura. El 30 de marzo del 2022 tenía 1.000, en diciembre 5.000. Y en 2023 de repente en agosto me puse con 30.000. Este año lo empecé con 41.000 y tengo 126.000. El crecimiento es impresionante.
¿Qué cree que hace usted mejor que otras cuentas, dado que el mercado de las RRSS es inmenso?
Creo que las cuentas triunfan porque las personas triunfan. Lo más destacado es la naturalidad y eso guía un poco todo, pero al final es contenido y si subes un contenido malo no te va a ver la gente. Tienes que hacer buen contenido y acompañarlo de ser tú. Si no eres tú se ve que no hay naturalidad y no vas a triunfar. Es importante mostrarte como eres.
¿Cuándo empezó a ser la cuenta rentable económicamente?
Siendo sincera, me es rentable porque pago la cuota mínima de autónomo. Cuando venga la cuenta normal... Veremos. Ahora mismo vivo de la cuenta de Instagram, he invertido parte del dinero que gano en un restaurante y también estoy estudiando un máster. El año pasado hice uno de Marketing Digital y Redes Sociales, y ahora estoy con el del profesorado. Siempre he querido ser profesora de historia y, aunque la cuenta me haya cambiado un poco los objetivos, creo que puede haber una mezcla chula juntando todo. Me da una estabilidad mental tener dinero asegurado a fin de mes, pero soy consciente de que esto no es para toda la vida.
¿Cómo se tomaron en casa cuando decides que gran parte de tu día sea para las redes sociales?
Es que eso nunca ha pasado. Cuando empecé a crecer en la cuenta con 5 o 6 videos semanales yo iba a trabajar de 8 a 14, y de 15 a 21 tenía clase en la universidad. A eso súmale tiempo para estudiar y hacer trabajos y ya, lo que queda, era para la cuenta. He estado muchos meses durmiendo 3 o 4 horas. Habría que plantearse quién está dispuesto a sacrificar horas de sueño y planes con amigos por hacer una cuenta de Instagram. Eso no se ve. Yo me levantaba a estudiar a las 6 y a lo mejor llegaba a casa a las 3 de la madrugada.
¿De dónde nace el ‘Guarda si te mola’ con el que acabas los vídeos?
De pensar. El seguidor ve un vídeo de 40 segundos del que hay 25 minutos de bruto. Pensé en cómo hacer un ‘Call to action’ que fuera llamativo y no se notara mucho. Ahora lo uso menos porque estoy intentando hacer vídeos más narrativos. Creo que todo el mundo se cansa de todo y seguir con el mismo formato de contenido es tontería. Me canso yo de mí misma, cómo no se va a cansar alguien que no me conoce.
¿Hacia dónde va entonces la evolución de su cuenta?
Tiene que ir hacia donde te guste. La clave para mí es que el seguidor no se espere qué voy a sacar. Hace unos días saqué un vídeo de una pastelería de una chica de mi pueblo y lo hice supersentimental, que me gusta mucho. También los hay de narrativa visual intentando ser vistosos, en otros hablo a cámara... Si en algo se ha basado es en no pronosticar lo que va a pasar. Me gustaría que siguiera creciendo y dándome ingresos estables para estar tranquila, pero no lo sé. Yo en 2023 terminé la carrera e iba a opositar, pero de repente estaba en un máster de Marketing Digital y con la cuenta. Sí que es verdad que esto me veo haciéndolo ahora, pero con 35 años no. Aunque no me cierro a otros nichos o variar, porque lo que me gusta es crear contenido.
¿Por esa evolución cambió el nombre de la cuenta?
Un poco por eso, sí. Las marcas contratan a creadores para que hagan sus TikTok. Y yo pensé: ‘Una marca contrata a una persona y yo que soy una persona me estoy poniendo un nombre más corporativo’. Con Claris.Persan quiero girar a la personalización de la cuenta y a sentirme más libre. Siempre va a haber mucho Madrid porque vivo aquí, pero así no me cierro a publicar cosas de otros sitios.
Seamos sinceros. ¿Alguna vez ha publicado algún vídeo pensando que el sitio no lo merece?
He renunciado a dinero porque no me ha gustado el sitio en el que he estado. Puede parecer una tontería, pero te pongo un ejemplo. En un vídeo sacaba una ensalada de tomate con burrata y decía que el tartar debería estar mejor cortado para que se fusionara mejor con el plato. No sabes la que se lio con la del local, que se quejó de que no me pagaba para eso. Dentro de un estándar siempre digo la verdad porque a mí me gusta que me la digan. He subido vídeos de bares de 10 euros que son grasa pura, pero es que estás pagando 10 euros en Callao. Hay que mirar el sentido común. Por 10 euros no puedes tener la comida de tu vida. Yo con mis amigos voy a esos sitios y no me hace falta más. Me gusta tanto eso como un plan superelaborado.
¿No se cansa de comer fuera?
Hay semanas que sí. Cuando repites mucho de una cosa se vuelve pesado. Las hamburguesas las aborrezco ahora mismo, pero intento variar a lo largo de la semana. Si pruebo unos bagles, al día siguiente un sushi y luego una pizza. Trato de no repetir mucho a no ser que un amigo del pueblo me pida algo... Y ahí paso por el aro.
¿Le llegan muchos comentarios negativos?
Todos los días. Antes gritaba y me llamaban Mickey Mouse, que me da igual. Pero en comentarios y en mensajes te llaman gorda y te dicen que te vas a morir. No entiendo cómo alguien emplea su tiempo en decirle eso a otra persona que no conoce de nada. La mayoría de gente que nos dedicamos a esto somos quienes más deporte hacemos. Y que, además, no nos comemos todo lo que sale en los vídeos, que no vamos solos.
Y del éxito en redes a abrir ‘Mano a mano’ en Leganés. ¿Cómo surge el proyecto?
Yo iba para funcionaria y he terminado de hostelera. Fue un poco reinvertir el dinero que me han dado las redes sociales y apostar por un mundo que conocemos e intentar darle voz desde nuestros altavoces. Somos cinco socios, un hostelero y cuatro cuentas de comida.
Mantuvieron el silencio sobre que era suyo y lo dijeron meses después cuando ya estaba funcionando
Abrimos en junio y no dijimos que era nuestro. Creemos que una vez que dices ‘esto es mío’ no tienes un feedback verdadero. Al principio todo el mundo tiene fallos. Nosotros queríamos recibir una opinión sincera, no gente que viniera a criticar o a dorarnos la píldora. Decidimos decirlo antes de entrar en la Champions Burger. Hemos estado un mes y medio un poco más complicado por la Champions Burger, pero bien. La gente repite y eso es por algo. Estamos muy contentos.
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