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Nuevos datos sobre las amenazas de Edwin Arrieta a Daniel Sancho: “No parecía ni él”
Carmen Balfagón, portavoz y letrada de la familia Sancho, asegura en ‘Así es la vida’ que en los últimos meses el acusado estaba “tremendamente mal”.
“Soy culpable, pero yo era su rehén”, con estas palabras Daniel Sancho, de 29 años, confesaba el asesinato de Edwin Arrieta, de 44 años, en Tailandia. Un crimen que tiene destrozadas a ambas familias y por el que el joven español permanece en prisión provisional a la espera del juicio. En su relato, el hijo de Rodolfo Sancho deja entrever que podría llevar un tiempo amenazado por la víctima. Carmen Balfagón, portavoz y letrada de la familia del acusado, revela este lunes nuevos detalles sobre este tema en ‘Así es la vida’.
Balfagón explica que ha podido hablar con varios amigos de Daniel Sancho que le han proporcionado datos que hasta este momento desconocíamos. “Dicen que el doctor Arrieta le tenía amenazado y no contra su integridad, sino que la había hecho extensiva a miembros de su familia”, cuenta la portavoz. Un discurso que encaja a la perfección con el comunicado que emitió Xenia Tostado, pareja de Rodolfo Sancho, el pasado domingo en el que aseguraba no saber “si estamos seguros”.
“Lo que tengo claro por amigos de Daniel es que en los últimos meses estaba tremendamente mal. Estaba hecho una mierda. No atinaba a nada, muy mal. No parecía ni él. Lo estaba pasando muy mal y decía que le estaba haciendo la vida imposible”, añade la letrada en el programa de Sandra Barneda. “Él lo ha dicho en su declaración, yo la quiero ver escrita”, expone Balfagón.
A pesar de estas declaraciones, ninguno de los amigos de Sancho testificarán en el juicio en Tailandia, tal y como lamenta la portavoz de la familia del acusado: “Yo citaría a todos esos amigos, pero no lo van a hacer... Si estuviéramos en España lo pediríamos, que ratificaran delante de un juez”.
“Eufórico”, tras el asesinato
Un vecino del bungaló contiguo al que alquiló Daniel Sancho para cometer el crimen ha dado a conocer la llamativa actitud que mantuvo el joven veinticuatro horas después de acabar con la vida de Edwin Arrieta. Tal y como recogen en ‘El Periódico’, este testigo vio como el chef “de las tres a las cuatro estuvo saltando en la piscina y teniendo una conversación muy alta”. “En mi opinión, alguien más estaba ahí o estaba hablando y bebiendo solo. Estaba eufórico”, añade. El ruido era tan fuerte que varios vecinos se plantearon llamar a la policía.