Naiara, ganadora de ‘OT’, y sus problemas con la policía: “Me paran un montón”
La ganadora del concurso de talentos musicales contó en ‘Martínez y Hermanos’ que lleva un tubo de escape ilegal para hacer más ruido.
Naiara, la ganadora de la última edición de ‘Operación Triunfo’, fue una de las tres invitadas del programa de televisión ‘Martínez y Hermanos’ en su entrega del lunes. La zaragozana compartió plató con Tamara Falcó y Jorge Garbajosa en un programa que sirvió para conocer todavía más a una de las voces emergentes más conocidas del panorama musical español.
Amante de los coches, Naiara confesó hace unos días que pensaba invertir gran parte de los 100.000 euros del premio en tunear su coche. “Ya lo tengo en el taller. De momento le cambio los tubos para que suene más fuerte y, además, también lo quiero cambiar de color, pero todavía es secreto a cuál”, anticipó.
Su vehículo, apodado ‘El Bicho’, es el responsable de que los agentes de policía la tengan bien fichada. “Me paran un montón, porque los tubos que llevo no son legales. O sea, para pasar la ITV es una movida, porque le tengo que llevar al taller, ponerle el tubo de escape original y cuando la paso vuelvo al taller para poner el que hace ruido”. El tubo original está guardado en la nave donde ensaya con su orquesta y solo le sirve para pasar la ITV, pues prioriza el ruido del motor.
Pero la cosa no acaba ahí. Naiara no solo es una apasionada del gas, sino que, además, le gusta correr. “Iba con Yung Beef, que tenía concierto en Zaragoza, a la discoteca. Se puso un coche al lado, vio que era Yung Beef, se picó conmigo y le gané corriendo. Estaba haciéndose el chulo bastante con el coche. Yo me suelo picar bastante, porque me pico si veo que me quieren provocar. Por desgracia se piensan que por ser mujer no voy a ganarles y hombre, no”, zanjó.
Habilidad compartida con Tamara Falcó
Aunque a priori pudiera parecer que no tienen nada en común, apenas tardó unos minutos en desvelarse que Tamara Falcó y Naiara poseen una habilidad desconocida mutua. La cantante confesó ser capaz de tumbarse boca abajo y tocarse la cara con los pies. “Esa era mi habilidad”, respondió la aristócrata alucinada. No obstante, la marquesa de Griñón terminó reculando mínimamente: “Mi habilidad era esa, pero no soy tan flexible, así que resulta que no tengo habilidad. Me puedo tocar las orejas con los pies”.