Nacho Vidal habla de su depresión: “No me merezco ese final”
El actor ha confesado que lleva tres semanas con un tratamiento, y que la enfermedad tiene “muchísimo que ver” con la testosterona que consumía.
Jordi Évole ha tenido este domingo como invitado en ‘Lo de Évole’ a Ignacio Jordá, más conocido como Nacho Vidal, una de las grandes figuras del cine para adultos en España que ha querido hablar de cómo es su vida en la actualidad y de cómo ha influido su trabajo en su día a día, hasta hoy.
Una entrevista en la que el periodista catalán se ha desplazado junto al actor a una clínica de desintoxicación. Allí, Nacho ha hablado del episodio de depresión que ha sufrido y que lleva tres semanas tratando, confesando haber sentido “miedo”: “No compraba comida, no me duchaba, no quería ver a nadie”.
Y es que todo ha venido a raíz de su pasado, tal y como ha reconocido el propio Vidal, señalando que la testosterona tiene “muchísimo que ver” con la depresión que ha sufrido: “Con 22 años empecé a pincharme testosterona para tener ese nivel muy elevado, por lo que estaba encendido, por lo que yo estaba cachondo todo el tiempo”.
“Yo los sábados por la noche me quedaba en casa. Mi sábado era comprarme un gramo, ocho latas de cerveza y me masturbaba ocho, diez o doce horas. Sólo... cuando empiezas a madurar es cuando sabes pedir ayuda”, ha añadido a Évole.
Tras ello, todo ha cambiado, quitándole incluso su apetito sexual: “Ahora mismo tengo niveles bajísimos de testosterona, muy por debajo de la media. El deseo sexual me viene a ratos, pero es escaso. Creo que podría vivir el resto de mi vida sin sexo tranquilamente”.
Y es que Nacho Vidal sabe y asegura que no puede “continuar como estaba”: “No me merezco ese final. He vivido demasiado como para terminar sólo, en la oscuridad. Me merezco estar acompañado, con mucha luz”.
La muerte del fotógrafo José Luis Abad
Antes de finalizar la entrevista, Jordi Évole ha aprovechado su entrevista para preguntar a Nacho sobre la muerte del fotógrafo José Luis Abad en su casa, donde se celebró el ritual del ‘sapo bufo’, donde se ingiere la toxina producida por el animal venenoso.
Lo ha hecho después de que el propio Nacho señalase que “nadie me ha preguntado por cómo me siento por ver morir a alguien en mis manos”. “Estábamos haciendo un acompañamiento a alguien que quería tomar una medicina ancestral. He visto mil así. Yo di todas las pruebas a la guardia civil, mi versión es la verdad. José Luis pidió información a mi prima para venir a casa para tomarlo, yo me negué varias veces hasta que accedí. Pero se han dicho todo mentiras. No tuve nada malo que ver en lo que pasó”.
Y es que Nacho, además, ha recordado cómo fue el momento del fallecimiento: “Fue muy fuerte, él cayó, entró en catarsis, dejó de respirar pero yo le hice volver. El viaje era así, empezó a respirar tranquilo y de golpe dejó de hacerlo. Eso fue muy fuerte, encima se me murió en mis manos. No le conocía de nada. Yo estaba ahí sólo con él, y ver que se te va en tus manos una persona... Me quedó el trauma de haber dicho a mi prima que no, que si me hubiese negado quizá estaría vivo ahora”.