TELEVISIÓN

Nacho Vidal desvela la existencia de “una isla prohibida” en ‘Supervivientes’

El que fuera concursante en la edición de 2015 ha participado en el podcast ‘The Wild Project’ donde confiesa que hizo trampas: “Esto no lo sabe nadie”.

Nacho Vidal posa en el photocall de la nueva serie de Atresplayer Premium 'Nacho' en Cines Capitol, a 1 de marzo de 2023, en Madrid (España). ‘Nacho’ sigue las aventuras del actor porno Nacho Vidal en sus inicios en la industria del porno. Se trata de una nueva serie de Atresmedia en colaboración con Bambú Producciones, que empezará a emitirse el próximo domingo 5 de marzo en ATRESplayer Premium.
A. Pérez Meca / Europa Press
01/03/2023

La presente edición de ‘Supervivientes’ se encuentra atravesando el ecuador del concurso. Los espectadores ya comienzan a tener sus favoritos de cara a la final después de varias semanas viendo como los participantes conviven en condiciones de lo más extremas. El reality, uno de los más longevos que se mantienen todavía en televisión, no pasa de moda y cada año continúa conquistando a la audiencia.

Nacho Vidal, uno de los participantes más polémicos de la edición de 2015, ha participado recientemente en el podcast ‘The Wild Project’ donde ha sacado a la luz la existencia de “una isla prohibida” en el reality de Telecinco, además de revelar cómo llegó a hacer trampas sin que nadie de la organización se percatara de ello.

Trampas en el concurso

El que fuera actor de cine para adultos admite que el momento ideal para hacer trampas era por la noche. “Cogía en el saco ropa y le hacía la forma mía, como si estuviese durmiendo. Conseguí una linterna que se podía meter debajo del agua y ponía rumbo a la isla prohibida de la que nadie sabe”, comienza diciendo. “Había una isla al lado, la llamada isla prohibida, donde no iba el ser humano porque estaba protegida. Estaba a unos 300 metros”, añade en el citado podcast.

“Me iba por las noches, nadando con tiburones y barracudas para conseguir comida. Cuando llovía era cuando salían todos los bichos. Los cogía y los metía en una chaqueta a la que le hacía nudos y era como una bolsa”, sigue confesando. “Después me volvía nadando”, cuenta.

Nacho Vidal explica que sus escapadas a la ‘isla prohibida’ no eran nada fáciles ya que en todo momento tenía que ser muy cauteloso para no ser descubierto. “A veces me tenía que quedar en el mar flotando viendo como algún compañero o cámara estaba por ahí, esperando a que se fuera. Me quedé una hora”, concluye.