Petición masiva para que Portugal se retire de Eurovisión: “El lado equivocado de la historia”
Más de 16.000 firmantes piden a RTP la retirada del festival alegando el blanqueamiento de la violación de derechos humanos por parte de Israel.
Una vez hubo terminado la 95º Asamblea General de la UER saltaron saltaron las alarmas en varias delegaciones: la votación determinó que Israel participaría en el Festival de Eurovisión, de manera que todos los países que en su día condicionaron su presencia en la edición de 2026 debían actuar. Y lo hicieron. Las cadenas públicas de España (RTVE), Países Bajos (AVROTRÓS), Irlanda (RTÉ) y Eslovenia (RTV Slovenija) procedieron a anunciar su retirada.
Sucede que todavía restan horas para que el resto de países confirme su presencia. A priori no debería haber más movimientos, pero, en términos oficiales, todavía puede haberlos hasta este miércoles 10 de diciembre. Para tratar de empujar a su país a una retirada voluntaria, más de 16.000 personas han rubricado una petición popular lanzada a través de Internet. El objetivo es meridiano y posible: que Portugal no vaya a Eurovisión.
“La misión de RTP no es normalizar la guerra”
Todo comenzó cuando RTP, la cadena pública lusa, anunció la permanencia de Portugal. Entonces comenzó a elaborarse el texto, que ha sido dirigido al Consejo de Administración de la RTP y a la ministra de Cultura, Margarida Balseiro. La petición muestra “el profundo desacuerdo e indignación” de los firmantes ante la postura del canal sobre el festival, motivada por el hecho de que los representantes portugueses votaran a favor de acudir a Eurovisión, “colocando a Portugal en el lado equivocado de la historia”.
Se trata, dice la carta, de una postura “inaceptable” ante la realidad de la "continua catástrofe humanitaria y la ofensiva militar en la franja de Gaza y ante los escándalos de manipulación de votos que mancharon la edición de 2025 en Basilea, probando la incapacidad de la organización (EBU/UER) en impedir la politización del evento". Cabe destacar que en el propio texto se insiste en la existencia de “pruebas de facto” que muestran la instrumentalización del televoto por campañas que habría organizado, precisamente, Israel.
“Existe un deber ético de no dedicar dinero público a un evento que se ha transformado en una plataforma para blanquear la imagen de graves violaciones de derechos humanos a través del arte”, dejan por escrito, a lo que añaden a modo de sentencia que “la misión de RTP es promover la cultura y la paz, no normalizar la guerra”, y que, en estos momentos, la RTP pasa de ser un participante pasivo a un “cómplice activo”.
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Quedan horas por delante para resolver esta cuestión, pero, más allá de la presencia de Portugal, parece claro que desvincular la polémica de Eurovisión es, al menos en la próxima edición, tarea imposible.
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