ENTREVISTA | NIÑA POLACA

“Me gusta pensar que Niña Polaca no se nos ha subido a la cabeza”

A finales de 2024, Niña Polaca llenó en un chasquido de dedos tres veces La Riviera. 2025 lo comienzan encerrados, preparando nuevo disco. Antes se cuentan en AS.

Niña Polaca posa para AS en las oficinas de Subterfuge. Arriba, de izquierda a derecha: Kobbe, Claudia Zuazo y Beto. Abajo: Álvaro Surna y Rubén Manchón.

Cuando la puerta se abre, sucede que las oficinas de Subterfuge te succionan. Es como un Delorean a la mejor época de tu vida. Esa llena de los colores y objetos de tu infancia. Allá donde mires hay referentes. Muñecos, accesorios, latas, posters, un ET a tamaño real y música, mucha música. Las paredes llenas de los discos con las canciones de tu vida. Las de Dover, Fangoria, Sexy Sadie, Los Fresones Rebeldes. Todo canciones bajo ese sello, como las de La La Love You, Samantha Hudson o Niña Polaca. Sobre las puertas, imágenes de futbolistas históricos del Atleti (Luis, Calleja…) como un santoral. Un equipo que es el del jefe de todo, Carlos Galán, y que resulta ser también el de dos de los miembros de un grupo que espera este mediodía en las oficinas de Subterfuge y que lleva años escalando en la escena hasta asentarse, en los últimos dos, en las mayúsculas de los carteles. Se llama Niña Polaca. Lo forman Álvaro Surma (Alicante, 1995), voz; Rubén Manchón (Alicante, 1996), guitarra; Claudia Zuazo (Alicante, 1999), teclista y coros; Alberto Rojo ‘Beto’ (Madrid, 1993), bajo; y Kobbe (Madrid, 1995), batería. Los dos últimos son los del Atleti.

Todo se inició entre Surma y Beto, un anuncio en Wallapop y dos pisos vecinos en un edificio en Malasaña. Y después llegaron Kobbe y un viaje a Polonia que les agrupó bajo ese nombre, Niña Polaca. Antes que Rubén y Clau, así la llaman todos, estuvieron Sandra Sabater (Ginebras) y la pandemia. Y una canción, Madrid sin ti, con la que abrieron las puertas. Tres discos (‘De la línea 10 al Sol’, ‘Asumiré la muerte de Mufasa’ y ‘Que adoren tus huesos’) llenos de referentes (Mufasa, Joaquín Phoenix, Wannabe…) que les llevaron en 2024 a llenar tres Rivieras. Le están poniendo música a una generación solo sumándole guitarras a lo que Surma escribía en sus diarios, siempre con Madrid de fondo, como un mapa sonoro. Un viaje de emociones, de miradas, de calles y momentos que nos han sucedido a todos.

Si las paredes de los pasillos estrechos de esa oficina los llenan los vinilos de los discos que, a lo largo de la historia, han sido sonido Subterfuge, una vida completa podría tararearse solo leyendo los títulos de muchos de los discos, sucede que con las canciones de Niña Polaca también. Las escuchas y te atrapan, también succionan.

Te vi en el concierto y volví a acordarme de ti /

Que últimamente yo estaba tan gris /

La grabadora está en rojo. Ellos hablan mientras se cuentan. En sus interjecciones, en sus recuerdos, esos que unos completan de la boca del otro, y así pasa una hora, o más, aunque sea la de comer y ellos no hayan picoteado más que un pincho de tortilla envuelto en papel albal que se va enfriando mientras la luz sigue en rojo. Una hora para sentarse y escucharles. Desde el inicio. Ese comienzo en un piso en Malasaña y aquella venta en Wallapop. Las frases son cortas, las interrupciones constantes. Las risas. Son familia ya. Son Niña Polaca. Cuatro tipos y una mujer que a medida que hablan, entremezclan frases más largas, sensaciones más profundas. De la industria, la vida, ellos mismos. Es un placer mimetizarse casi con la luz parpadeante y escucharles, solo. Como cuando se suben con sus guitarras al escenario. Comienzan 2025 encerrados en una casa componiendo lo que será su próximo disco. En verano, su nombre volverá a recorrer toda España de festival en festival: San San (3 de mayo), Warm Up (16 de mayo), Interestelar (15 de junio), De los Sentidos (3 de agosto), Sonrías Baixas (31 de julio)...

Beto, Kobbe, Surna, Claudia y Rubén Manchón, miembros de Niña Polaca, posan para AS.
Ampliar
Beto, Kobbe, Surna, Claudia y Rubén Manchón, miembros de Niña Polaca, posan para AS.DANI SANCHEZDIARIO AS

Todo comenzó en Malasaña, cuando Beto le vendió a Surma por Wallapop. ¿Qué fue realmente?

(Carcajada general).

Beto: Yo me acababa de mudar a Malasaña, con un colega de la Uni, Psicología, en la precariedad más absoluta...

¿Y...?

B.: Y entre las muchas maneras que encontramos de sacar algo de dinero y pagar menos por el piso fue que, como Wallapop estaba empezando, nos dábamos vueltas por Malasaña y cogíamos un microondas, un ventilador… Y lo poníamos a la venta. Teníamos muchas cosas para vender y justó ahí se mudó Surma, que no tenía muebles y le hicimos un pack… (risas).

¿Se conocían ya?

Álvaro Surma: ¡Qué va! Nos conocimos por la escalera de ese piso en la calle de La Palma.

B.: Yo solo sabía que se había mudado al edificio un chaval que tocaba la guitarra como yo.

Á. S.: Porque me oías.

B.: Porque le oía mucho.

Á. S.: Me vendieron una silla, una lámpara, una armónica que luego era una que había tocado Charlton Heston (ríe)… 40 euros.

B.: 40 euros que en 2017 era mucho más dinero que hoy (risas).

Á. S.: Sobre todo teniendo en cuenta el dinero que entonces teníamos tú y yo, que era cero (risas generales de nuevo). El friegaplatos, el escurreplatos que nunca funcionó, un espejo…

¿Sigue utilizando alguna de las cosas que le compró?

Á. S.: Sí, tengo la armónica y la lamparita.

¿Y esto en qué año fue?

Á. S.: ¿2017?

B.: 2016. Porque la banda empezó en 2018…

Escuchaban que cada uno tocaba la guitarra en sus casas, ¿y cómo fue el comenzar a hacerlo juntos?

A.S.: Éramos gente con mucho tiempo…

B.: Y mucho amor por el café.

Á. S.: El café y la musiquita. Él grababa, yo tocaba y bajábamos a la plaza.

B.: Tú siempre estabas ahí menos cuando había exámenes, que no se te veía.

Á. S: Yo tenía un régimen que eran nueve meses de vacaciones y dos de estudio, que desaparecía.

Porque usted estudió derecho, ¿no?

Á. S: Sí, soy abogado.

¿Y era capaz de estudiar derecho solo en dos meses?

Á. S.: (Sonríe) Aparentemente, lo fue (risas). Pero me encerraba en régimen de estudio absoluto. Venía una amiga que estudia medicina, me quitaba el móvil y estábamos con los apuntes de nueve de la mañana a tres de la madrugada.

B.: Que eran las fiestas de Malasaña y tú, ahí, con los codos.

Á. S: Todo jodid… Me acuerdo volver de estudiar, pasar por el 2 de Mayo, con mi mochilita y estos ahí como cabr

¿Cómo aterriza el hacer algo juntos?

B.: Yo grababa cosillas por mi cuenta a algunas bandas y a Surma le grabé alguna canción en su casa, de las que él hacía. Hicimos como un mini EP tuyo (se dirige a Surma), con canciones y tal, y cuando estaba terminado se me cayó la SD al suelo, se rompió y fue como: “Jod…, qué mierd…” (Surma ríe al fondo). Y le dije: “Tengo un colega, Kobbe, que toca la batería, vamos al local de ensayo, estamos dos días, lo grabamos en directo y lo tenemos”.

Kobbe: Que también costó.

Á. S.: Más de dos días.

K.: Fueron dos semanas.

“Simplemente sé hablar de mi movida y, aparentemente, es muy interesante porque hay a gente que le encanta”

Surna, Niña Polaca

Las letras de Nina Polaca son muy características. Esas que eran casi como sus diarios, Surma. ¿A la hora de componer las canciones siempre le han salido así?

Á. S: Sí, pero porque yo no empecé a componer pensando que nadie lo iba a escuchar. Yo pensaba que estaba tocando ahí, haciendo el moña, me había tomado un litro de cerveza, estaba ensayando, jiji-jaja, y a ver qué pasaba. Y… Pues que tampoco sé hacer otra cosa. Simplemente sé hablar de mi movida y aparentemente es muy interesante porque hay a gente que le encanta… (ríe). No sé, siempre lo he tomado como una cosa bastante natural. Lo siento y me sale.

Rubén Manchón: Hay que decir también que tus padres no te dejaban jugar a la Play y te obligaban a leer.

Á. S.: Sí. Y me gusta mucho leer.

¿Sus autores referencia?

Á. S.: Óscar Wilde.

R. M.: Dios, qué intenso.

Á. S: Ha habido épocas (ríe). Pero diría que él, sí. Que creo que también se ve bastante reflejado en la forma de las letras. La hipérbole, el desgarro, la forma de tratar los sentimientos y cómo los bajas a palabras… ¡Yo qué sé! Me quedé en el romanticismo francés, siglo XIX. Apollinarie. Goethe...

K.: Yo tengo una carta de ese (Goethe) porque escribió a mi abuelo…

Á. S.: ¿En serio?

(Risas generales).

K.: No a mi abuelo, a un familiar mío.

Á. S: Pues a mí Las penas del joven Werther es de los libros que más me han marcado en la vida.

¿Y cómo se le pone a eso música?

B.: Yo creo que la fórmula inicial era muy sencilla. Surma en lugar de la acústica pillaba la eléctrica…

Á. S.: Y pasaban cosas (risas).

B.: Kobbe y yo hacíamos lo que queríamos, porque al final llevamos tocando juntos doce años en muchas bandas diferentes y esa fórmula funcionó bien de primeras.

Á. S.: Y hasta hoy.

B.: Que es lo mismo pero con más gente.

“Me gusta pensar que a Niña Polaca no se nos ha ido la cabeza”

Surma, Niña Polaca

En 2018 de un viaje a Polonia tienen el nombre: Niña Polaca.

Á. S.: (Entre risas) Hay mucha leyenda alrededor de ese viaje…

Su padre, Surma, es polaco. ¿Por eso se fueron allí?

B.: Yo me fui a Irlanda. Después de grabar aquello, que realmente no iba a ir a ningún lado, que lo grabamos por grabarlo, cuando se rompió el EP. Yo me fui allí, un billete solo de ida, con Ana Codina, que fue la primera guitarrista de Niña Polaca a Francia…

Á. S: Y yo me iba a ir con una amiga que teníamos un vuelo a Eindhoven pero ella se rompió la pierna el día antes y me fui solo. ¡Estuve allí cuatro días tocando el ukelele mientras les esperaba (señala a Beto y Kobbe de cabeza)!

B.: Yo avisé a Kobbe que estaba en el BBK. “Oye, vente a Francia y nos vamos a Polonia con Surma”.

Á. S: Y acabamos en un festival hippie. Pasaron un montón de cosas súper random y sacamos un disco.

Han contado que llegaron a dormir en maizales…

Á. S.: No teníamos un put… duro de nada. Toda la pasta que yo tenía la había sacado en Eindhoven tocando con el ukelele. Lo que pasa es que la gente soltaba bastante y yo grito mucho así que llamaba mucho la atención… (risas).

B.: Seguro que la gente se paraba.

Á. S: Solo tocaba cuatro canciones. Where Is My Mind, Don’t Look Back In Anger... y me cambiaba de esquina.

¿Y cuánto dinero sacó?

Á. S: Como 50 euros, que en ese momento para mí eran… Y luego tocamos en Cracovia y en República Checa pero nos echaron de la plaza de la República (risas).

B.: Es que había mucha gente también, con altavoces. Y nosotros tres, solo con guitarras y voz…

Á. S.: Dormíamos en vados de río, en un bosque…

K.: Y también entre el coche, en un césped que había en mitad de la calle, en Varsovia. ¡Estábamos fatal! (risas).

Á. S: Fueron dos semanas largas.

K.: El coche sin ventanillas, todo lleno de mierd

¿Iban los tres?

K.: Como en un tetris, sin espacio para nada.

Á. S.: Escuchando discos de su primer grupo, que es la cosa más infumable que te puedas imaginar en la vida, que hacía unas canciones muy raras.

K.: Como rock experimental loquísimo.

B.: Hoy en día como súper cancelable (risas).

“A ver qué hacemos en nuestro siguiente disco. Tiene pinta de que vamos a darle más guitarrazos...”

Surma, Niña Polaca

Pero de allí volvieron con el nombre del grupo.

B.: Teníamos un concierto en El Perro, que fue sold out, la primera vez en la vida de los tres que íbamos a un concierto nuestro y la gente se lo cantaba todo. Dijimos: “Guauuu”.

Á. S.: Teníamos tres canciones publicadas. Había 80 personas.

B.: Pero nuestro primer sold out.

Á. S.: Luego salimos, nos agarramos un pedo…

B.: A partir de ahí empezamos a probar hasta cuánto de borrachos podíamos tocar. Se fue la guitarrista, la teclista también… Luego entró Sandra…

Á. S.: Y ya fue que nos lo tomamos en serio. Dejamos de beber.

Claudia Zuazo: Discutible…

Á. S.: Dejamos de beber tanto (risas).

R. M.: Lo compro.

Á. S.: Antes de tocar no se bebe… Como mucho una cervecilla, pero no te la pillas.

B.: Después de eso nos atrapó Subterfuge, nos tiró una Pokemon, nos engatusaron y aquí seguimos. Y ya después de eso grabamos con Dani Alcover que fue como un salto al sonido, porque al final las canciones eran buenas, pero la grabación la hacíamos nosotros y era un poco… Muchas veces grabábamos y luego veíamos que no lo teníamos…

El sonido de su primer disco es muy característico. Suena mucho a garaje.

Á. S.: Es guapísimo.

K.: Cosa de Beto, el sonido.

B.: Ese rollo garaje se ha perdido un poquito en general.

Á.S: A ver qué hacemos lo siguiente. Tiene pinta de que vamos a darle más guitarrazos.

B.: O música clásica.

¿A quién le gusta El Rey León?

B.: Yo me sabía los diálogos.

Á. S.: Yo creo que a todos.

Es llamativo que hicieran una canción La muerte de Mufasa.

Á. S.: Es un poco como la hipérbole. Yo exagero todo el rato, me dedico a exagerar.

R. M.: Hay gente que se piensa que es Asumiré La Muerte De Mufasa en plan lo superaré.

Á. S.: Y no. Es asumir la culpa de lo malo que soy. Hay cosas ahí filosóficas. En plan la adultez, la muerte de los referentes… No sé. Yo dejo que la gente se imagine cosas.

Niña Polaca posa para AS.
Ampliar
Niña Polaca posa para AS.DANI SANCHEZDIARIO AS

En ese disco no solo está Mufasa, también Joaquín Phoenix, Pedro Sánchez… Hay referencias de todo.

Á. S.: Franco…

Á. S.: Joaquín Phoenix porque estaba todo Madrid empapelado con lo del Jóker y yo estaba muy mal con mi exnovia en ese momento y era lo que veía (ríe). Es que son todo cosas así. Luego lo de Pedro Sánchez porque sacaron el decreto de que no podías juntarte con tu pareja si vivíais en casas distintas. Y no me dejaban ni foll… y era como, pues estaba cachondo, la verdad, ¿qué te voy a decir? Son todo como cosas que me han pasado.

Parece casi como un diario de noticias.

K.: Sería una fiesta rarísima si se juntaran todos…

Á. S.: Podía ser divertido…

K.: Igual el Mufasa se come a Pedro Sánchez.

B.: Mientras Joaquín Phoenix baila.

R. M.: Y Franco juega al fútbol.

Á. S.: En realidad no hay ninguna intención de traer a nadie a la palestra. Simplemente va pasando.

Lo que sí que es verdad que en sus canciones se puede hacer un mapa de Madrid, por los sitios que cita, los lugares que recorren…

Á. S.: Era el Madrid en el que vivíamos.

Dicen que se ha convertido en un lugar para turistas.

Á. S.: Yo lo ame cuatro o cinco años pero llevo ya once aquí metido y yo ya me parece todo…

Ya no viven en Malasaña…

B.: Es que es muy caro.

K.: Y no solo el dinero. Es respirar mierd... todo el rato.

Á. S.: La han convertido en una ciudad muy incómoda que antes no era.

B.: Un piso que valía 500 ahora vale 1.200, alquilarlo.

Á. S.: Se fue un poco esa magia que había.

R. M.: Que se llamaba calidad de vida. En plan: poder pagarte un piso. Lo que pagabas por tu piso en la calle de La Palma, me acuerdo (señala a Surma) es lo que yo pago por una habitación en uno compartido con tres personas en Príncipe Pío.

¿Usted, Surma, sigue trabajando de consultor?

Á. S.: Abogado, sí.

¿Y cómo lleva esa dualidad? Porque no pueden ser mundos más distintos.

Á. S.: Ahora mucho mejor. Teletrabajo, somos más en el grupo y cosas que antes hacíamos entre menos ahora se reparten; está mucho más arreglado.

R. M.: Yo trabajo de analista y los ensayos de la banda los hacemos por la tarde.

¿Y la gente sabe quiénes son ustedes cuándo se quitan el traje?

Á. S.: Sí, sí.

“No hemos tenido ningún hit y eso me parece más beneficioso para la carrera de Niña Polaca porque sé que la gente que nos escucha de mucho tiempo”

Surma, Niña Polaca

¿Y les ha provocado alguna anécdota, alguna cosa curiosa?

Á. S.: Hay gente que te para, que te pide alguna foto en la entrada de la oficina… Cosas así.

B.: Gente que te habla por Teams…

R. M.: Me contaste que, de repente, un día hubo un tío que de repente descubrió que tú eras el cantante de Niña Polaca…

Á. S.: (Sonríe) Sí, cosas así.

R. M.: A mí me pasó con mi becario, que me compartió pantalla para no sé qué y estaba escuchando nuestro disco, el último. Y le dije: “Grupazo”. Y él ni put… idea de que yo tocaba en la banda: “Sí, están guapísimos. La semana que viene voy a verles en Valencia”. Y yo: “Pues nos veremos, porque toco, cabr…”. Y se quedó descolocadísimo.

Á. S.: Cosas divertidas. A mí me gustan. Y también te devuelven un poco a la vida normal, que creo que está bien.

R. M.: Aunque te pegue una host… de vez en cuando. Después de las Rivieras, que fueron tres seguidas, llenas… Yo me imaginaba el lunes, pisando la oficina y, joe, fueron tres noches de euforia y con la mente en otra cosa, que estás ahí, con el público… Sales muy subido. Y llegas el lunes, te conectas y está tu jefe: “Es que este informe tenía que estar…”.

¿Cómo fueron esos conciertos para ustedes? ¿Cómo fueron viendo que se iban agotando todas las fechas?

Á. S.: Es que cuando haces bolos así es como: “Que se venda de una vez, que se pase”. Es una cantidad de trabajo y de movidas técnicas, ensayos generales. Chapa.

R. M.: También nosotros, cuando hacemos un bolo grande, es el precedente de lo que queremos llevar a la gira, a otros espacios.

A. S.: Es un buen momento para invertir en micros, visuales...

B.: También el crecimiento de la banda ha sido tan poquito a poco, tan suave, como que hacer tres sold outs en La Riviera es como loco pensarlo. ¡A mí se me había olvidado!

Á. S.: A mí también. Y es una cosa que a mí me gusta pensar: que no se nos ha ido la cabeza. Seguimos siendo los mismo cinco chavales.

B.: Bueno, ahora somos empresarios (risas).

Á. S.: Tenemos nuestra pyme.

B.: Pero seguimos siendo los de entonces. Los del viaje a Polonia.

Á. S.: Nuestro camino es seguir creciendo poco a poco, hacerlo mejor todo el rato y al final en este tipo de bolos lo que haces es preparar la gira de festivales.

“Mucha gente de la quinta de nuestros padres nunca se hubiera imaginado que volvería a haber una escena de guitarras...”

Beto, Niña Polaca

¿En cuántos han tocado ya?

B.: En 2022 hicimos como 75.

Á S.: El primer año de la mili fueron 80.

He leído que han contado que estaban en todos porque eran lo que menos cobraban y no pedían nada para el camerino...

B.: Es que un día descubrimos que se podían pedir cosas (risas).

R. M.: Y tampoco hace mucho porque me acuerdo en uno de encargarme yo de las bebidas.

B.: Y pusiste ron en vez de whisky…

Á. S.: Nos compramos una monovolumen y con ella íbamos a girar. A todos los pueblos de España, básicamente.

K.: Ahora yo creo que seguimos diciendo un poco sí a todos…

B.: No.

K.: A partir de un caché, pero todos los que nos están diciendo: “¿Queréis venir aquí a tocar?“. ”Sí“.

Á. S.: Porque se ha negociado antes.

Momento de la entrevista de AS con Niña Polaca en Subterfuge.
Ampliar
Momento de la entrevista de AS con Niña Polaca en Subterfuge. DANI SANCHEZDIARIO AS

¿Hay una burbuja festivalera?

Á. S.: Creo que ha muerto un poco ya. Antes había como más festival random pequeñito que ya no.

R. M.: Es que llaman festival a todo.

Á. S.: Pero la gente ya lo ha adoptado como un tema de ocio, como si te vas al cine.

B.: También se ha cargado eso el hacer una gira para saber si puedes vivir de esto.

R. M.: Es complejo. Porque, por un lado, te da la oportunidad de en verano girar y poder vivir de ello…

Á. S.: También se ha profesionalizado una industria que antes no lo estaba.

R. M.: Porque ya no se puede vivir del streaming y de la venta de discos, tienes que vivir del tocar. Y a no ser que seas un grupo muy grande, en salas no sacas para vivir tranquilo.

B.: Sí que se podría pinchar una burbuja. Poco a poco yo siento que cada vez se trata peor al público. Cada vez es más caro, la gente se queja de los carteles...

Existe la sensación de que es uno único e itinerante.

Á. S.: Sí, la sensación de como ir a la oficina. Es como: este año gira tal y a tal lo estás viendo en todas partes

K.: Es algo que como espectador yo he pensado mucho y ahora somos parte. Ahora vas a ver a Niña Polaca en muchos festivales.

“Tienes que vivir del tocar. Y a no ser que seas un grupo muy grande, en salas no sacas para vivir tranquilo”

Rubén Manchón, Niña Polaca

¿Qué pasa con las salas?

Á. S.: Ahora tampoco hay mucha infraestructura. Si hablas de una gira de salas, a no ser que estés llenando pabellones, que es una cosa bastante complicada, encontrar un aforo medio en una ciudad de provincias, es jodid... Tienes a gente contratada, unos costes fijos que cubrir, no puedes ir a una sala de menos de equis personas porque entonces salgo a perder.

B.: U ofrezco un show de mierda.

Á. S.: Que ya tienes un nombre que defender y expectativas.

K.: Has evolucionado y no puedes ir para atrás.

R. M.: ¿Dejas de llevar visuales, luces, backliner…?

Á. S.: Y la gente tiene una expectativa sobre ti y, si haces eso, vas a tener una publicidad de mierd... Realmente es una cosa complicada que hay que mirar muy bien porque luego tienen que dar los números y hay mucha gente que come de esto. Y falta una infraestructura que te lo permita esto. Unos espacios bien, con un aforo bien. Aunque también creo que antes no había una escena tan consolidada, con tantos grupos nacionales vendiendo tickets. Yo me siento orgulloso de mi generación. De chiquillos con guitarras.

B.: A nosotros nos escucha mucha gente de la quinta de nuestros padres y la mayoría nunca se hubiera imaginado que volvería a haber una escena de guitarras. Se escucha mucho reguetón, latino…, pero ahora mismo hay una escena de guitarras muy guay, y los chavales de ahora de veinte, las bandas que se están formando que son más de rock rollo alternativo, hay mucho punk, tenemos mucha suerte en España… Es un país pequeño lleno de guitarras.

A. S.: Hay bandas geniales que están sacando cosas chulísimas.

R. M.: Y que, realmente, es un grupo que van a ver en cinco festivales y van a decir: “Otra vez estos”. La gente se cansa muy rápido. Hay un ciclo devorador que te exige todo el rato ser un grupo nuevo para que seas aceptado.

B.: Y en las bandas nuevas de chavales hay muchísimas más mujeres que en generaciones anteriores. Y se nota bastante.

“Hay un ciclo devorador que te exige todo el rato ser un grupo nuevo para que seas aceptado”

Rubén Manchón, Niña Polaca

Claudia, como es convivir día a día con ellos.

C. Z.: Pues… (risas). Depende. Yo me he ido haciendo.

B.: Qué correcta, por Dios.

C. Z.: ¿Ves? Esto es algo que pasa. Tener cierta personalidad y, además, ser una tía en una banda que siempre han sido tíos con energía muy masculina, muchos gritos, eructos… (risas). Y a veces es muy complicado y a veces es más fácil, algo en lo que ayuda el equipo que llevamos. Es que esto es melón. Que eso es una concepción que tienen muchos grupos de tíos, meter una tía que así no somos tan brutos, pero esto es falso, sigues siendo bruto. Y la tía es la que se come eso. Yo generalmente soy una persona muy sensible y podemos estar en desacuerdo en muchas cosas, pero ya a estas alturas…

K.: Pretendemos más reírnos que echarnos broncas. Al final somos todos iguales: estamos aquí para lo mismo, para que esto mole y pasarlo todos bien.

R. M.: Y no deja de ser complicado ser cinco personas. Que cualquiera que nos conozca un poco...

Á. S.: Sabe que estamos como una put... cabra, básicamente.

Cuando se fue Sandra, ¿por qué Rubén y Claudia fueron los elegidos para completar el puzle Niña Polaca?

Á. S.: Yo con Rubén llevaba tocando desde los 15 años, es un poco mi Kobbe. Y luego ellos tenían un grupo, Muro María. Yo conocí a Clau, que me hice tremendamente fanático: para mí fue como fichar a Cristiano Ronaldo.

R. M.: Es que toca la guitarra, compone super bien, escribe…

Á. S.: Escribe increíble. Y dije: “Pues dos por uno (risas)“.

B.: Lo importante es llevarte bien con tus compañeros para no liarla y poder seguir haciendo música. Existir.

Á. S.: Que es lo que nos ha costado entender.

B.: Ahora mismo tenemos un doctorado.

Á. S.: En psicología interna.

C. Z.: Creo que Rubén y yo hemos entrado, como si fuera en la quinta temporada de Skins, como que ha pasado ya todo lo peor.

Á. S.: Vosotros habéis llegado a mesa puesta.

C. Z.: Yo me imagino los años de Sandra y…

Á. S.: Tu habrías durado…

R. M.: También nosotros somos personas con personalidades bastantes mediadoras que hace que se relaje también un poco el ambiente.

Á. S.: Sí, porque nosotros estamos un poco locos (ríe).

K.: Nosotros tenemos un carácter que… lo que ha costado…

Á. S.: Nosotros tres nos hemos peleado lo que no está escrito.

K.: Hemos llorado...

B.: Pegar no nos hemos pegado. A lo mejor ese fue el problema.

¿Cuáles eran sus puntos de fricción?

R. M.: No abras ese melón…

Á. S.: Hay heridas que siguen abiertas.

B.: Al final son malentendidos, hablar sin pensar. O no entender lo que le pasa al otro porque solo te importa lo tuyo.

Iban a participar en el Benidorm Fest en 2022 pero publicaron la canción antes y...

K.: Lo mejor que nos podía haber pasado.

B.: Porque si no habríamos tenido que tocar la misma canción tres días seguidos (ríen). Y en lugar de eso lo hicimos solo un día, en máxima audiencia del programa, y salimos de ahí como la banda del indie que está en la tele. En ese momento íbamos con polacar.

“Lo más divertido de la música es que te pasen cosas como el Benidorm Fest o tocar en el Sálvame Festival”

Surma, Niña Polaca

¿Qué es polacar?

Á. S.: El coche que nos compramos porque no teníamos pasta para alquilar furgonetas y pillamos de segunda mano uno cacharro de siete plazas. Esa era nuestra forma de girar al principio.

K.: Íbamos a hoteles guayes, cada uno con nuestra bata, zapatillas y con la polacar, que daba put... asco.

Á. S.: Es que no te puedes imaginar el asco que da ese coche. El techo caído...

R. M.: Beto cogió un spray el otro día y le puso: “Polacar”. “¿Y si le pinto llamas?“, preguntó.

B.: Aunque más random que el Benidorm Fest fue el de Sálvame, en el que también tocamos.

Á. S.: Lo más divertido de la música es que te pasen estas cosas.

K.: Pero porque decimos que sí a todo.

Á. S.: Pero eso no va a cambiar.

¿En qué canción notaron el clic?

B.: Madrid Sin Ti.

Á. S.: No ha habido ninguna así como La Vida Cañón de Alcalá Norte que, de repente sale, y todo el mundo: “Guauuu”. Tu vida cambia.

R. M.: O Cayetano de Carolina Durante. No tenemos un hit, hit.

Á. S.: No ha habido ningún hit y eso me parece más beneficioso para mi carrera porque sé que la gente que nos escucha de mucho tiempo. Gente que ha venido a cinco conciertos, que le gusta y va a seguir ahí.

¿Planes para 2025?

Á. S.: Grabar, sacar colaboraciones, anunciar cosas, tocar en festis, hacer un disco de puta madre, que ya tenemos un tercio...

B.: Y sobrevivirnos.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.

Normas