El día que Michael Jackson compró los derechos de las canciones de ‘The Beatles’ y traicionó a Paul McCartney
Paul McCartney buscó comprar los derechos de las canciones de su banda, aunque antes ya los adquirió su entonces amigo, el rey del pop.
‘The Beatles’ pasaron de ser famosos a auténticas leyendas conforme avanzó u carrera en la música. Cuatro músicos de Liverpool que unieron sus caminos para crear canciones que hoy son himnos, y que quedan ya en la memoria de millones de personas.
Cuatro artistas que, como en toda familia, también tuvieron sus más y sus menos, llegando a separarse en 1970, llevando a cada uno a tomar un camino distinto, con un Paul McCartney que siguió trabajando en el mundo de la música y haciendo incluso nuevas amistades, como Michael Jackson, cuya carrera estaba despegando en los 80.
A pesar de su diferencia de edad, se convirtieron en grandes amigos, y eso les llevó a trabajar juntos, con el británico participando en ‘The girl is mine’, y con el estadounidense devolviéndole el favor compartiendo escena en ‘Say say say’, con el que alcanzó el número uno.
Michael Jackson y Paul McCartney compartieron muchas horas juntos, y el rey del pop era un fijo en la casa del británico en Sussex, donde además hablaron de la posibilidad de comprar los derechos del archivo musical de los artistas a quienes admiraban como fuente de inversión.
De hecho, Paul ya había comprado los derechos de celebridades como Buddy Holly y Al Jolson, y también los de los dos primeros singles de ‘The Beatles’. Ahora bien, su objetivo era hacerse con el control del total del repertorio, que estaba entonces en el poder del empresario Lew Grade y su empresa, Associated Television (ATV).
Éste se lo compró a Northern Songs, que fue fundado por el mánager de la banda, Brian Epstein y el músico Dick James. Ambos acordaron que tanto Paul McCartney como John Lennon tuviesen un 20% de las acciones cada uno, aunque Lennon se quedó posteriormente con un 15%.
Después, tanto Epstein como James decidieron vender la participación mayoritaria a Grade, no sin antes intentar comprar esa parte tanto McCartney como Lennon, que sin éxito acabaron vendiendo también sus acciones al empresario, manteniéndose vinculados a él hasta 1973.
Ahora bien, años más tarde, Lew Grade puso en venta todos los derechos al verse ahogado con su empresa (ATV), y ello despertó la atención de un Paul McCartney que se interesó en hacerse con el catálogo y la empresa. El precio era de 40 millones de libras, el cual no consiguieron alcanzar Paul y Yoko Ono a pesar de que el artista intentó convencerla en todo momento. Finalmente, ATV fue a parar al empresario Robert Holmes à Court.
En el 1985, éste también optó por poner de nuevo en venta ATV. Un momento clave, pues, apareció entonces la figura de un Michael Jackson que ya era una de las grandes figuras de la música en todo el mundo. Éste se lanzó a comprar los derechos musicales de la banda después de, según él, haber contado con el beneplácito de Paul McCartney.
Sin embargo, la relación entre ambos nunca volvió a ser la misma. Ambos rompieron lazos y los encuentros entre ellos se redujeron a la nada.
Un final feliz para Paul McCartney
Una década después, en 1995, Michael Jackson cedió todo su catálogo a Sony Music en un acuerdo millonario con el que el artista se quedaba una parte del accionariado. Ahora bien, en 2017, Paul McCartney volvió a la carga en busca de su parte, apoyándose en la ley estadounidense de copyright que le permitía recuperar los derechos de sus obras tras un período de 35 y 56 años.
En ese instante, tras un acuerdo privado, y después de una gran lucha, Paul McCartney logró hacerse con los derechos de las canciones de ‘The Beatles’.
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