Caloncho: “La actitud del artista incomprendido está ultrasobada”

El artista mexicano habla con Diario AS sobre cómo hacer música con emociones positivas en una industria donde impera lo negativo.

Caloncho: “La actitud del artista incomprendido está ultrasobada”
Imagen de Caloncho en Casa México / Ángela Páramo
Mario Espinosa de los Monteros
De El Ejido (Almería), estudió periodismo en Málaga y trabajó en Cope y La Opinión de Málaga. En Madrid hizo un máster en periodismo internacional. Inquieto por naturaleza, le interesa la geopolítica, la exploración, la aventura y el conflicto de Israel y Palestina. Hizo los cursos de periodismo de viajes de El País y de televisión de Atresmedia.
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La mañana del día de esta entrevista, Caloncho (México, 1986) salió a correr por Madrid. Lo hizo mientras escuchaba la música reggae del argentino Pablo Molina. Era principios de septiembre, mes del eterno cambio, momento del año donde aumenta la nostalgia (fin del verano), el estrés (fin del verano) y las ganas de apuntarse al gimnasio (mirando al próximo verano). Para acompañar la actividad física y el mes de las transformaciones, Caloncho escogió una música con efecto calmante. Reggae. “Ese vato me encantaba. Es música que te hace estar bien”.

Un cuerpo revolucionado y una mente en calma. El corazón a tope pero reggae en los oídos. Quizás esa carrera por Madrid sea un fiel reflejo de Caloncho, un artista que encontró en ese género una forma de entender la vida. El músico, que atiende a Diario AS en Casa México, tiene a sus espaldas tres EPs, numerosos sencillos y cinco álbumes. Su libro se titula ‘Optimista’. Su canción más reproducida en Spotify se llama ‘Optimista’. Pero no confundan a Caloncho con un idealista empedernido o un evangelizador de la dicha. Es más bien un experto funambulista emocional que también pasa por infortunios. Un hijo más del reggae, tranquilo, que explota el lado colorido de la vida. Es, simplemente, un tipo que va por ahí con el pulgar hacia arriba e intenta imprimir buen rollo en su música.

“Trato de publicar otro tipo de emoción. Siento que la actitud del artista incomprendido está ultrasobada, la del demasiado artista para que me entiendan. Crear desde la tristeza, no funciona para mí y no quiero que se me vincule a eso”, señala Caloncho.

Lo dice Caloncho y también la ciencia. Un estudio de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y de Tubinga (Alemania) analizó el contenido emocional de las letras de más de 160.000 canciones publicadas entre 1965 y 2015, y descubrió que las palabras negativas “aumentaban con el tiempo, mientras que las positivas disminuían”. Lo mismo ha ocurrido con la palabra “odio”: en las 100 mejores canciones de Billboard entre 1965 y 1990, el vocablo aparecía en cuatro o cinco canciones al año. El promedio actual es de 24 canciones por año.

“Hay mucho confort en sentirse miserable”

Caloncho

La filosofía de Caloncho está en las antípodas, y el resultado es una música cálida, pop, con influencias del rock steady, boleros, el propio reggae… Pero, ¿existe el riesgo de caer en un positivismo desmedido, irreal?

“Esto es un ideal, no significa que así viva ni lo recomiende, pero diría que tengo un termómetro personal que me permite experimentar las emociones que me toca”, responde el mexicano. “No me clavo escribiendo sobre lo mal que me siento, sino de lo que he aprendido. De pronto, algo trágico se convierte en algo luminoso. Busco esa energía, que es la que me gusta escuchar, acudo a la música para sentirme así. Porque ojo, hay mucho y confort en sentirse miserable. Me ha pasado de sentir: ‘ay que rico se siente llorar, la sensación de relajación tras llorar’. También es placentero, pero creo que no es sostenible buscar ese tipo de placer”, señala.

Caloncho: “La actitud del artista incomprendido está ultrasobada”
Caloncho en Madrid el pasado viernes 12 de septiembre / Ángela Páramo

Alumno del reggae

El nombre de pila de Caloncho es Óscar Alfonso Castro, un apodo que le puso su abuelo paterno Óscar cuando era bien pequeño. En esa etapa, que tanto forma el carácter, se construyó el primer Caloncho músico, de la mano del reggae, aunque podría haber sido bien diferente. “Yo empecé a escuchar reggae por mi hermano mayor, era la de su época, aunque por edad estaba más cerca de la música de mi hermano menor, la de los ‘emos’. Afortunadamente, caí en el lado del reggae porque me encanta esa música”.

“Siento que mi manera de estar y de afrontar la realidad es legado del reggae. Es música que te hace estar bien independientemente de lo que esté hablando, es música alegre, que te deja alguna enseñanza. Por otro lado, aprendes de cosas, como con Ska-P”.

Caloncho se deshace en elogios varias veces durante la entrevista hacia Ska-P, un grupo español de ska punk formado en Vallecas en los años 90. “Los escuché y pensé, ‘guau, esto es una escuela. Los sigo escuchando y se lo pongo a mis hijas, para que aprendan algo”. De Ska-P aprendió el conflicto de Israel y Palestina con su canción ‘Intifada’, del capitalismo con ‘Consumo Gusto’... Caloncho estudió Relaciones Internacionales, en parte, por lo que aprendió con ellos.

Le gusta escribir canciones sobre “algo rico” que comió, sobre paisajes e incluso sobre cuestiones fonéticas que le parecen atractivas, como ‘Wacha Checa’, la canción más reproducida de su último álbum, ‘Tofu’. “Creo que tengo un interés por la ‘ch’. Por algo soy Caloncho”, ríe. E intenta que su música sea “plena”, es decir, que sea optimista, creíble. Redonda.

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¿Es entonces hedonista la música de Caloncho? “Creo que sí. Es algo que me he cuestionado durante mucho tiempo. Pensaba que era hedonista de forma sostenible, y hace poco entendí que eso se puede asociar a una corriente que se llama epicureísmo, una manera prudente de acercarse al placer. Uno piensa en placer y se va a lo desmedido: sustancias, sexo, comida, consumismo… Pero el no placer es suficiente”. Como dice el imaginario popular español, la tranquilidad es lo que más se busca. Incluso corriendo por Madrid en el mes del estrés.

EL TEST RÁPIDO de Caloncho

  • ¿Cómo recuerdas tu juventud?
  • Siento que fue otra era por completo. Un poco salvaje, mucho menos supervisada y con menos información para no hacer pendejadas.
  • ¿Qué has heredado de tu padre y de tu madre?
  • De mi madre, la sensibilidad para comprender. De mi padre, el uso de los recursos naturales. Le recuerdo haciéndonos conscientes del uso del agua.
  • ¿Cómo te llevas con los jóvenes? ¿Es posible comprender a los que no son nuestros coetáneos?
  • Sí se puede, pero es difícil, especialmente con los jóvenes. Son otra onda. Me parece fascinante intentar comprenderlos, tienen mucha información, algo que es una arma de doble filo.
  • ¿Por qué motivo haces música?
  • Siento una necesidad creativa y estética de construir algo, de compartir algo con los demás.
  • ¿Cuál es tu mayor miedo en tu profesión?
  • Accidentarme en algún viaje. Ritchie Valens se murió en un avión.
  • ¿Qué es el éxito en tu profesión y qué es para ti?
  • Para mí, y siento que lo tengo, es vivir haciendo canciones, poder comer y tener un techo. En la industria diría que es lo mismo. Habrá gente que quiere ser el número uno, yo nunca he querido ser el número uno en absolutamente nada.
  • ¿Tienes miedo a los cambios?
  • Sí, a nivel personal. Como vivo en el caos, en la no rutina, me gusta encontrar las cosas ordenadas cuando vuelvo a casa. Soy muy de rituales, poner las llaves en el mismo sitio, seguir el mismo camino…
  • ¿Qué es lo más inteligente que se puede hacer en la vida?
  • Disfrutarla y entender que estamos aquí para pasarlo bien. Y no es una tesis superflua, no es positivismo tóxico, estás acá para disfrutar y estar vivo.

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