Muere el hijo de Paul Auster, en libertad bajo fianza por la muerte de su bebé

Daniel, el hijo del escritor Paul Auster, ha fallecido a los 44 años de edad por una sobredosis accidental, tal y como ha confirmado el New York Post. Fuentes consultadas por el diario estadounidense aseguran que su muerte ha sido declarada como accidental porque todavía tenía drogas y la dosis era similar a la que tomaría normalmente. Se termina de manera temprana la vida de un hombre que estaba en libertad bajo fianza y que desde que alcanzó la mayoría de edad había tenido problemas con la justicia.

El nombre de la víctima apareció en los medios de medio mundo hace tan solo unos días después de que la Policía de Nueva York le arrestara como presunto culpable del homicidio involuntario de su hija de 10 meses. Las autoridades sostienen que Daniel estaba cuidando de su hija Ruby el pasado 1 de noviembre cuando llamó al 911. Los servicios de emergencia que se presentaron en su casa encontraron a la niña inconsciente y la trasladaron al hospital, aunque allí solo pudieron confirmar su fallecimiento.

Pero lo peor llegó con la autopsia y un aumento de dolor en la tragedia. El análisis forense reveló que la bebé sufrió una sobredosis de fentanilo y heroína, dos sustancias que desgraciadamente están de actualidad por el aumento en su consumo en los últimos meses en buena parte del planeta. Se desconoce cómo ingirió las drogas la pequeña, pero las autoridades rápidamente señalaron a un Daniel al que dejaron en libertad bajo fianza pese a las acusaciones de homicidio involuntario y homicidio negligente.

Una vida marcada por los escándalos

Daniel, con tan solo 18 años, se convirtió en protagonista en la prensa por su coqueteo con las drogas y por algunos hurtos. Pero en 1996 llegó la primera gran tragedia: el hijo que Paul Auster tuvo con Lydia Davis se vio involucrado en el asesinato de un supuesto traficante colombiano llamado Andre ‘Ángel’ Meléndez. Dos años más tarde fue declarado culpable de tener 3.000 dólares de la víctima y terminaría condenado a cinco años de libertad condicional.

Años después sufrió diferentes detenciones por posesión de drogas, pero para entonces la relación con sus padres se había deteriorado. La prensa estadounidense asegura que Daniel llevaba más de 14 años sin hablarse con su padre y su madre relató las dificultades con su hijo en su obra ‘Egoísta’.