CINE
Muere el actor de Netflix Kevin Tovar a los 23 años
Su cuerpo fue hallado con múltiples cortes de machete y evidencias de tortura en un lugar, el Valle del Cauca, que está sumido en el terror.
Una nueva tragedia vuelve a azotar las almas de la pequeña pantalla en el que está siendo un otoño negro para Hollywood. El cuerpo sin vida de Kevin Tovar, el joven actor colombiano de 23 años que ya despuntaba en diversas producciones de Netflix y Apple TV, y cuyo papel en Lavaperros (2020) le ganó la fama de todo su país, ha sido encontrado atado de pies y manos en una zona conocida como La Playita, en Tuluá.
Los signos de tortura se evidenciaban en unos cortes producidos con un machete registrados en la totalidad del cadáver. La violencia con la que el joven fue asesinado hizo saltar las alarmas de una noticia que fue mediática desde el primer momento. Su cuerpo se halló el pasado 20 de noviembre y, un día más tarde, el departamento de la Policía de Tuluá anunciaba que el operativo relámpago desplegado había concluido con la captura de un individuo de 19 años.
“El departamento de Policía del Valle informa que gracias a la oportuna información aportada por la ciudadanía, en un despliegue operacional de la Policía se logró la captura de un hombre de 19 años quien presuntamente minutos antes, había participado del homicidio de Kevin Andrés Muñoz Tovar”, afirmó el comandante segundo del distrito de Policía de Tuluá, el mayor Nicolás Guillermo Suárez Plata.
Un valle sumido en el terror
Todavía no han concluido las investigaciones sobre un trágico episodio que, por otra parte, es una historia de sangre más en una zona, la del Valle del Cauca, epicentro de no pocas torturas y macabras acciones criminales. Lo que sí pudo confirmar el propio Suárez Plata fue que todo apunta a que los culpables del homicidio lo mataron huyendo de aquel lugar. “Gracias a la información de la comunidad, uno de ellos fue capturado”, añadió a la recreación del asesinato, reiterando un amargo agradecimiento.
Ya el pasado 18 de noviembre el Valle del Cauca fue testigo de otra masacre cuyos gritos recorrieron los árboles y los lagos hasta perderse en la tristeza de una horrible normalidad: tres personas fueron asesinadas en Trujillo en un triple crimen que evidenciaba el uso de armas de largo alcance. Se trata de un lugar frecuentado por el Ejército de Liberación Nacional, así como otros grupos considerados de alta peligrosidad, y que reverberan el riesgo en el que incurren los habitantes de un valle sumido en el terror.