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Morad se sincera con Évole: de la “cárcel de menores” a ganar “más que uno de Primera”

El rapero analizó su adolescencia y confesó haber sido víctima de racismo durante todo su vida hasta el punto de que no puede “coger el metro”.

Morad se sincera con Évole: de la “cárcel de menores” a ganar “más que uno de Primera”

El popular rapero Morad se convirtió la pasada noche en el primer invitado de la tercera temporada de ‘Lo de Évole’ y lo hizo desplegando toda su sinceridad para hablar de su difícil adolescencia y de cómo ha conseguido alcanzar el éxito. Morad, nacido en L’Hospitalet de Llobregat y de ascendencia marroquí, se ha convertido en un genio de la música urbana, un nuevo nombre de esa hornada de jóvenes que se han hecho un importante hueco en el mercado musical en los últimos años, especialmente desde la explosión del fenómeno C Tangana.

Jordi Évole confesó no conocer a su invitado, pero muy pronto este se ganó su simpatía cuando le mostró el cariño que la gente le tiene en La Florida, el barrio en el que creció y que tantas veces ha mostrado en sus videoclips. “Yo soy español y marroquí, pero no han querido verme español en ningún lado”, comenzó confesando un Morad que defendió haber sufrido racismo desde pequeño. En su niñez, vivía junto a siete familiares en un piso de 50 metros y describe esa etapa como una de las mejores de su vida, pero todo se truncó cuando le quitaron la custodia a su madre y le llevaron directo a un centro de menores. “Fue la situación más difícil de mi vida, yo quería estar con ella. Estaba loco con ella. Hasta los 18 no volví a mi casa”, detalla.

Y es que, según él, no había motivo para ese primer internamiento. “Decían que estaba loco, que no estaba bien. Me metieron por robo con violencia. La primera vez que entré no hice nada, estaba en el centro y me vinieron a buscar. Me metieron dentro cautelar. Me conformé porque si no lo hacía te comes la pena del fiscal Cuando salí sí que me convertí en malo. Me arrepiento, porque le pediría perdón mil veces a las personas que robé, pero me han convertido en lo que soy. Es una cárcel de menores. Es el mismo sistema de adultos, menos pena, pero igual. Sales con una rabia que puedes acabar preso otra vez”. Morad defiende que eso le hizo cambiar, y de hecho en su mente siempre está el recuerdo del cristal con su madre detrás, “para recordar lo que no tengo que hacer de verdad”. Eso sí, todavía tiene “tres causas pendientes”.

“Más dinero que un jugador de Primera”

Su vida cambió cuando gracias a la música comenzó a recibir reconocimiento y actualmente le escuchan millones de personas, lo que le ha conducido a figurar en las mejores listas de éxitos de España. De la pobreza en la que creció ha pasado a ganar millones, y se atreve a compararse incluso con los futbolistas de Primera División. “Puede que haya ganado más dinero que un jugador de Primera. Sobre un millón y algo puedo ganar en un año, solo con las redes, bolos... Antes nunca había tenido una cuenta, ni había cotizado. No me dejaban abrir una cuenta, no me explicaba y no me entendían. Decía que ganaba el dinero en la música y me decían ‘pírate de aquí'”.

En su caso, asegura que no le importa tener que pagar a Hacienda: “Me parece bueno porque siento que estoy contribuyendo. Para que vaya al médico público, al colegio público. Nunca había cotizado y ahora tengo la oportunidad de ganar dinero legal. Es lo más bonito que he vivido”.

En el programa presentado por Jordi Évole recordó además cómo en sus inicios en la música rechazó 60.000 euros de una discográfica: “Me cogió una persona de Sony España y me quisieron hacer firmar. No llevaba ni tres canciones y me pagaban 60.000 euros. Yo tenía 19 o 20 años y cualquier niño puede caer en la tentación pero yo sabía que eso lo iba a hacer yo solo. Yo valía mucho más”.

Morad y el racismo

El rapero ha denunciado en ‘Lo de Évole’ el diferente trato que ha recibido por su ascendencia marroquí: “Usan a un mena como que él ha violado. Pero los que más violan son los españoles, los que más pegan a las mujeres son los españoles. ¿Por qué solo es el mena el que ha violado, el que ha hecho algo? Saca la verdad, di que los españoles también hacen eso”, explica. De hecho, desveló ejemplos que ha vivido él como no poder coger el metro por la forma en la que actúan al verle: “No puedo cogerlo. La gente se coge el bolso. Si me siento, se levanta la de al lado”. Incluso le han parado por ir caminando detrás de una señora porque pensaban que pretendía robar.