Mónica Pont, sobre Escassi: “Tiene una adicción al sexo y tiene que curarse”

Pasan los días y siguen sumándose testimonios al culebrón derivado de la ruptura entre Álvaro Muñoz Escassi y María José Suárez. Tras las entrevistas que ambos han dado en ¡De Viernes!, deslizando él que estaba convencido de que mantenían una relación abierta y ella que las infidelidades que cometió, y la manera en que las hizo, le descubrieron una faceta del jinete absolutamente desconocida, la crónica social del país se encuentra ante dos relatos que, por esencia, son contradictorios.

El asunto regresó, una semana más, al plató de Ni que fuéramos shhh. Esta vez contó con la presencia, a través de una llamada telefónica, de Mónica Pont: la modelo, que coincidió con el jockey en el programa ¡Mira quién salta! en 2013, fue categórica en su descripción de Escassi, a quien tachó de “mujeriego”.

Según ha confesado Pont, la actitud del jinete fue patente desde el primer momento en el que coincidieron. “En el aeropuerto el tío me vio y dijo: ‘Joder, hemos ganado con el cambio’. Se acercó a mí, me agarró y le dije que ‘las manitas quitas, que a ti ya te conozco’”, dice. No fue la única a quien trató de seducir. “Lo intentó conmigo y con todas”, ha desvelado, asegurando que “se lio con Verónica Hidalgo, Sonia Ferrer...”. Todo, mientras “él tenía novia”.

“A todas las mujeres las definía como yeguas”

“Ya avisé de que este tío era así (...). Iba a por todas las guapas. Yo en la primera cena ya dije que era un picha brava. Intentaba estar con todas las mujeres que pudiera”, dice Pont, que hace todavía más crudo su relato con una impactante frase: “Tiene una adicción al sexo, tiene que pensarlo y curarse”. Por si fuera poco, tal y como ha relatado la modelo, Escassi la llamaba “yegua inglesa”, y “a todas las mujeres las definía como yeguas”.

La modelo ha zanjado el tema asegurando que “Escassi rompe matrimonios” y que “no tiene ningún tipo de valor”. De hecho, Pont ha asegurado que el jinete fue el culpable de la ruptura de María José Suárez con su expareja, Jordi, quien le contó a ella que “lo dejaron porque le había sido infiel con Escassi”.

El broche final lo ha puesto, como última gota de una cascada de confesiones, revelando que la productora tuvo que prestarle 1.500 euros “para poder ir a Canarias a grabar el programa de los saltos”. Un testimonio más en la vorágine de informaciones que rodean la figura de la ya rota pareja, cuyos cristales despedazados han cortado en dos la crónica social patria.

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