Messi pide 50.000 euros a Futuro Vegetal por vandalizar su mansión en Ibiza

La mañana del pasado 6 de agosto amaneció la mansión de Messi en Ibiza entre pintadas rojas y negras. No hubo misterio alguno en lo que a los autores del suceso respecta: la organización ecologista Futuro Vegetal estuvo detrás del acto, definido como de “desobediencia civil no violenta”, cuyo objetivo no era sino denunciar la responsabilidad de los más ricos en la crisis climática.

Diez días después sufre esta agrupación un duro revés que busca poner el punto y final al episodio de manera contundente: el futbolista argentino ha interpuesto una denuncia contra los activistas climáticos, reclama 50.000 euros en materia de resarcimiento económico y, además, les acusa de cometer un delito de daños. Ha sido el propio portavoz de Futuro Vegetal, Bilbo Bassaterra, quien ha confirmado este viernes la existencia de la denuncia, así como los detalles de la misma.

La acusación, formalizada a través de un empleado de Messi en la isla y ante la Guardia Civil, ha sido valorada por Bassaterra como injusta por la cantidad “altísima” que, a su juicio, exige el jugador del Inter de Miami. “Esto es témpera que se va con agua, a priori eso con un manguerazo sale, como mucho tendrás que frotar un poco. Pero, incluso, en el peor de los casos, aunque hubiera que pintar de nuevo la fachada, no te cuesta 50.000 euros”, asegura, señalando que, en lo que al procedimiento judicial refiere, esto es “una estimación inicial por encima del coste”.

La detención de los implicados

Se trata de otro capítulo más en el quebradero ecológico e inmobiliario que ha atizado al futbolista durante el presente estío. Dos días después de la protesta en la casa de Messi, que adquirió por once millones de euros, el portavoz y otras dos integrantes de la citada agrupación fueron detenidos por la Guardia Civil en el marco de otra reivindicación. Esta vez, en el Leonardo Royal Hotel, cuya fachada también bañaron en pintura, y al que condenaban por, presuntamente, “financiar el genocidio” gazatí.

Tras la liberación de los tres, las críticas de Futuro Vegetal se han centrado en la construcción del inmueble, que consideran “ilegal” porque, según apuntan, la mansión fue levantada “sin permiso de obras”.

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