Mayte Zaldívar, sobre el estado de salud de Julián Muñoz: “Es enfermo de alto riesgo”

Desde que Julián Muñoz fuera ingresado a principios de marzo en el Hospital Costa del Sol de Marbella, ciudad de la que alcalde, la luz de alarma que emite la preocupación sobre su estado de salud no ha hecho sino incrementarse. Se supo desde un principio que el motivo por el que había sido hospitalizado era una insuficiencia respiratoria, pero a medida que han ido sucediéndose los días y las noches han reverberado las voces que hablan de otros escenarios, como una complicación de su enfermedad —cuyos detalles no han trascendido—, que no han sido cesadas ni con su salida del centro médico.

Por ello, cada gota de información que ofrece su entorno cercano se valora como un acercamiento a la verdad. Ahora ha sido, de nuevo, Mayte Zaldívar, su exmujer, quien se ha pronunciado sobre el delicado estado de salud del exedil de la urbe de la Costa del Sol.

“Todo está igual, está más tranquilo y siguiendo las mismas pautas”, ha expresado Zaldívar ante lo micrófonos de Europa Press tras darse a conocer que ha sido la propia familia de Muñoz, y con el objetivo de que se encuentre en un ambiente más acogedor, quien ha solicitado la citada alta médica.

“A ratos bien, a ratos no muy bien”

Aunque sea razonablemente interpretado como un signo de buen augurio, lo cierto es que no implica una notable mejoría de su estado. “Es un enfermo de alto riesgo. Queremos que esté tranquilo y feliz dentro de lo que cabe”, ha indicado a este respecto Zaldívar.

“Está recibiendo todo el tratamiento en casa, igual que si estuviese en el hospital. Por el momento está reaccionando”, ha dicho su exmujer acerca de la evolución de Muñoz, sintetizando que se encuentra “a ratos bien, a ratos no muy bien” y aclarando que, pese a todo, es consciente de quiénes le rodean en estos difíciles momentos: “Él conoce perfectamente, sobre todo a mí. Sus hijas y nietos están con él”.

“Yo lo hago porque me sale del corazón y porque quiero. Él ya dijo estar arrepentido. Todo eso ya lo ha contado él”, ha despejado Zaldívar los fantasmas de la rumorología, los ecos de un pasado que, ahora, no hace sino complicar una proceso que, de por sí, está siendo más difícil de lo que gustaría.

Su refugio son las personas que quiere, dice Zaldívar: “No quiere hablar con nadie. Se cuentan los amigos con los que está hablando, está echando de menos a todo el mundo. Los enfermos son muy mimosos. Tiene muchos amigos y está recibiendo muchas llamadas”.

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